Tragos del sol naciente
Durante los últimos 100 años, el manantial del que brota el agua Oku-Aizu ha permanecido intacto. Un siglo de vigilia, protegido por bosques y montañas que conforman el pequeño pueblo de Kaneyama, en el mismísimo corazón de Japón, que ha custodiado así un tesoro incoloro, refrescante y sabroso, cuyas características burbujas se producen de forma natural en las entrañas de esta remota tierra. Elegante y sutil, Oku-Aizu es una forma nueva de descubrir un agua mineral natural, ligeramente chispeante y sin ningún tipo de añadido artificial, embotellada con mimo en las inmediaciones del manantial. Un tesoro gota a gota, legitimado por el tiempo, con el que viajar en cada trago al Lejano Oriente y descubrir su pureza.

