¿Cuándo y cómo usar un sacaleches?

¿Qué es un sacaleches?
En primer lugar lo que hay que saber es que un sacaleches es un aparato manual o eléctrico que sirve para extraer la leche materna.
El sacaleches más eficaz es el sacaleches eléctrico porque este permite regular la aspiración y la velocidad adaptándolas a las propias necesidades. Pero, ¿cuándo utilizarlo?
En algunas ocasiones lo más conveniente es extraer la leche sin que el bebé la vaya a consumir directamente, bien manualmente o bien por medios mecánicos.
Una vez extraída es cuando la leche podrá ser consumida por los bebés a través de los biberones. Y será necesario utilizarlo:
- En el caso de que la mamá produzca más leche de la que el niño toma.
- Cuando la mamá tiene algunas grietas en los pezones.
- Si, por ejemplo, el bebé tiene malformaciones en la boca o en el paladar.
- Cuando la mamá vuelve al trabajo de manera presencial.
- Si al recién nacido le cuesta coger el pecho.
¿Cómo utilizar el sacaleches?
Lo sabemos. Sabemos que el uso del sacaleches despierta algunas dudas sobre todo a la hora de comenzar a utilizarlo.
- Una vez tengas el sacaleches esterilizado lo que debes hacer es procurar lavarte bien las manos y pasar previamente una toalla caliente por el seno, la areola y el pezón.
- Una vez no hay peligro de contaminar el extractor de leche y tampoco la leche, coloca el embudo o campana en tu pecho ocupando la areola y el pezón, que debe entrar perfectamente y sin fricción por el tubo del embudo.
- Y, si todo está en orden, entonces será cuando empiece a generarse ya algo de presión. En el caso de que el sacaleches sea eléctrico tras esto probablemente aparecerán unas succiones rápidas para estimular el reflejo de eyección (programa de estimulación del sacaleches) y a continuación se pasará a la siguiente fase de movimiento llamada extracción (succiones más profundas y largas) y cuando la leche empieza a caer.
- Si son tus primeras extracciones lo más normal es que se generen unos 10, 20 o 30 ml y a medida que vayas entrenando el cuerpo y te vayas sintiendo más cómoda poco a poco irá aumentando el suministro.
¿Se puede almacenar la leche materna extraída?
La leche extraída se puede conservar y congelar en un único recipiente. En el mercado actual vamos a poder encontrar multitud de modelos específicos para este fin por lo que no hay de qué preocuparse si, al menos al principio, los intentos de extracción solo producen unos gramos de leche.
Esta, además, se puede extraer varias veces en el transcurso de las 24 horas y conservarla en el frigorífico para después guardarla en un solo recipiente una vez finalice el día.
¿Cuándo y cómo le ofrecemos la leche al bebé?
Si la leche se ofrece al niño poco tiempo después de la extracción no es preciso conservarla en el frigorífico.
Lo único que sí se debe tener en cuenta es que a temperatura ambiente se mantiene durante unas cuatro horas a 30ºC, durante seis horas a 25ºC y durante cuatro horas a 15ºC.
Sin embargo, si ya la leche se ofrece al bebé pasado un tiempo desde la extracción esta deberá conservarse en el frigorífico o en el congelador y para ello habrá que utilizar un recipiente provisto de una etiqueta que indique la fecha de extracción.
Una operación que permite consumir siempre en primer lugar el alimento menos reciente.
Finalmente, se debe tener en cuenta también el tiempo que esta suele mantenerse adecuadamente para ofrecérsela luego al bebé.
En el frigorífico la leche deberá colocarse en un estante y no en la puerta para que se conserve entre cinco y ocho días aproximadamente y a una temperatura de entre 0 y 4ºC.
En los congeladores situados en el interior del frigorífico la leche se podrá mantener hasta dos semanas, en los congeladores verticales con puerta independiente del frigorífico entre cuatro y cinco meses, y en un congelador tipo “arcón” a unos -19ºC durante seis meses o incluso algo más.
Ya una vez congelada la leche deberá ser consumida por el bebé antes de 24 horas y esta no puede volver a congelarse.

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