Los días en el hospital han pasado y toca volver a casa. Así es, a partir de ahora ya no estarán ni las enfermeras ni los médicos para ayudaros por lo que tenéis que haceros cargo solos. ¡Nadie dijo que fuera fácil!

Lo más probable es que ya tengas absolutamente todo lo necesario para tu bebé. Vuestra habitación, al menos durante los primeros meses, será el lugar donde más tiempo va a pasar. En su cunita y dormidito como si todavía siguiera en el vientre de su mamá.

Por eso, es importante que se sienta cómodo y descanse sobre un colchón de cuna adecuado. Recuerda, no obstante, que si la cuna es algo más grande tu bebé podrá dormir en ella hasta los dos (bebé de 26 meses) o tres años siempre y cuando siga siendo seguro para él.

Unos primeros años de vida que precisan de una buena elección, la de escoger el colchón de cuna adecuado para lo más importante de vuestras vidas: vuestro bebé. Pero, ¿sabéis qué es lo que debéis tener en cuenta para elegir el colchón de cuna y no arrepentiros al momento?

Hay que asegurarse de que se elige el tamaño correcto del colchón. La altura del colchón ha de tener entre doce y quince centímetros de grosor para poder aguantar el peso del bebé. Tened en cuenta que si el colchón es del tamaño incorrecto el bebé podría quedarse atrapado.
El espacio entre el colchón y la cuna no debería ser mayor de cuatro centímetros por lo que el colchón de la cuna debe ajustarse sin dejar espacios.
Habrá que asegurarse también de que el colchón es lo suficientemente firme y plano. Además, este debería estar cubierto por una cubierta impermeable y transpirable. Asegúrate también de que sea hipoalergénico.
Evita en la medida de lo posible todos aquellos colchones que sean de segunda mano, prestados por familiares o los que hayan utilizado los hermanos mayores. Es normal que con el paso del tiempo estos se desgasten y pierdan sus características iniciales.
Por último, comprobad que el colchón en el que dormirá vuestro bebé se ajusta a los requisitos de seguridad actuales reflejados en la Directiva Europea 2001/95/CE en relación con los colchones de cuna donde además de advertir que el relleno no deberá sufrir ninguna deformación que impida que la funda esté ceñida al colchón, indica que este no ha de ser demasiado blando ni debe ceder bajo el peso del cuerpo.