El desarrollo del bebé con 31 meses
El niño se acerca a los tres años. Aunque pudiera parecer que su desarrollo se ralentiza, lo cierto es que en esta etapa de su vida la mente del pequeño es una esponja que absorbe todo lo que ve a su alrededor y aprende día a día. Así, su vocabulario sigue ampliándose, su forma de hablar mejora notablemente y sus habilidades manuales son cada vez más refinadas y precisas. Cada día es una nueva oportunidad para estimular al niño y fomentar sus capacidades.
La importancia del juego simbólico en el desarrollo del niño
La conciencia del niño se sigue desarrollando y su capacidad para la abstracción aumenta cada día, lo que permite al niño entender mejor el mundo. El juego simbólico es una de las principales claves de estos meses, ya que permite al pequeño jugar a ser otra persona –lo que más le gusta es jugar a “mamás y papás”– o imaginarse que una piedra es un avión, por ejemplo.
Su independencia y autonomía avanzan cada día y ya es capaz de hacer muchas cosas él solito, como ponerse y quitarse los zapatos y los calcetines, comer, lavarse los dientes, pasarse la esponja por el cuerpo... Es importante fomentar estos hábitos para que el niño se vuelva cada día más responsable y autónomo y no dependa de los adultos para todo. Esto también reforzará su autoestima.
A medida que se acerca a los tres años es normal que surjan nuevos temores en el niño, como el miedo a los monstruos o a personajes imaginarios, el miedo al dolor y a hacerse daño o el miedo a los fenómenos naturales (truenos, relámpagos…).
Mi hijo tiene un amigo imaginario... ¿Cómo he de actuar?
El lenguaje del niño es cada día más complejo y con más vocabulario. Empieza a interesarse por los gustos e intereses de las personas que le rodean y a preocuparse por su estado de ánimo (si están felices, tristes…), primer paso para desarrollar la empatía. Ayúdale a entender las emociones de los demás y relacionarlas con sus gestos y expresiones. Así, además, le enseñas que es bueno hablar y expresar las emociones propias y ajenas. Este avance hace que cada vez se muestre más sociable e interiorice pequeños gestos relacionados con la amistad como compartir, dar las gracias o pedir por favor.
En esta edad es normal también que surjan los amigos imaginarios, a los que solo puede "ver" el niño, que surgen entre los dos años y medio y los tres. Es algo habitual en su desarrollo e incluso se considera positivo, así que déjale jugar con sus amigos imaginarios. Incluso puedes preguntarle por ellos para saber más de lo que le gusta o le preocupa.
A los niños menores de cinco años les cuesta distinguir la realidad de la fantasía, por lo que es normal que con esta edad diga pequeñas mentirijillas o se invente cosas que no han pasado de verdad. No supone una mentira como tal, pues él piensa que es cierto. Estas primeras mentiras forman parte de su desarrollo y del juego, así que no les des demasiada importancia a no ser que se conviertan en algo habitual.
La hora de la comida, una oportunidad de aprendizaje
La alimentación de un niño de esta edad debe ser igual a la de un adulto, aunque con raciones más pequeñas. Como referencia, se aconseja servirle una cantidad de comida equivalente a la que cabría en la palma de su mano hecha un cuenco. Si el niño es comilón y quiere repetir, no hay problema, pero es mejor no llenarle mucho el plato de primeras.
Este es un buen momento para empezar a enseñarle las normas de comportamiento en la mesa, como no comer con la boca abierta, no hablar con la boca llena, no jugar con la comida, no gritar en la mesa, esperar a terminar para levantarse… No se las enseñes todas de golpe, ve poco a poco para que las interiorice.
¿Cómo puedo estimular la autonomía del niño de 31 meses?
Es importante fomentar la autonomía y la responsabilidad del niño dejándole hacer cosas solo. Aunque tarde más tiempo, no debes meterle prisa ni ocuparte tú de pequeñas acciones que puede hacer él (como ponerse los zapatos, los calcetines o el abrigo). Respeta su ritmo, deja que aprenda cómo hacerlo y que mejore cada.
El juego es fundamental para el desarrollo del niño y para fomentar vuestro vínculo, así que debes sacar tiempo para jugar con él todos los días, aunque solo sean 15 o 20 minutos. Juegos adecuados para los 31 meses son la alfombra mágica (imaginarse que una alfombra es voladora y viajáis por el mundo en ella), disfrazarse y simular que sois otras personas o los juegos de memoria como rompecabezas, tarjetas de memoria visual, puzles…
No olvides cuidar su alimentación y fomentar la actividad y el juego al aire libre. salir a jugar al parque o de excursión son hábitos fantásticos para su cuidado y desarrollo.
Fuentes:
Asociación Española de Pediatría.
Healthychildren.org. Edades y etapas del bebé. Asociación Americana de Pediatría. 2023.
Fodor, E. y Morán, M. Todo un mundo de sonrisas. Juegos mes a mes para un bebé feliz. Ediciones Pirámide. 2011.
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