Estos son los tres pasos para potenciar y prolongar el bronceado

Es un hecho cultural. El bronceado de la piel está asociado a un estilo de vida relajado y activo. Y aunque el mensaje de los perjuicios que ocasiona la exposición no controlada al sol va calando gracias al consejo de los dermatólogos y expertos en el cuidado de la piel, pocas personas se resisten a lucir un tono dorado más o menos intenso cuando llegan los meses de verano.
Pero hay que tener en cuenta que broncearse es una moda estética no exenta de riesgos. “La mayoría de la gente no sabe que cuando la piel se broncea es porque ha sufrido un daño”, explica José Aguilera, del departamento de Medicina y Dermatología de la Universidad de Málaga. Aguilera aconseja que el moreno se adquiera “de forma gradual, evitando las horas comprendidas entre las 11 y las 4 de la tarde”. Todos los expertos insisten en la necesidad de aplicarnos cada día una crema fotoprotectora que proteja la piel tanto de la radiación UVB como de la UVA y consultar al médico si estamos tomando cualquier medicación, ya que la interacción de los fármacos con el sol puede generar reacciones alérgicas.
Mantener el bronceado y lograr que este sea uniforme y luminoso es uno de los grandes retos al ponernos morenos. Casi más que lograr que el sol dé el deseado tono a nuestra piel. Y es que, como ocurre con la mayoría de las rutinas de belleza, para que los resultados sean estéticos y sobre todo saludables es preciso abordarlos por pasos y seguir un plan de cuidados asociados. Así, partiendo siempre de que el proceso de bronceado ha de ser seguro, hay tres pasos fundamentales para lograr los mejores resultados: preparar la piel, estimularla y prolongar los efectos. Solo así se garantiza que el tono será uniforme, luminoso y duradero y que el proceso de ponernos morenos será lo más saludable posible, sin riesgos para la salud de nuestra piel. Toma nota de las rutinas imprescindibles en cada uno de tres estos pasos para disfrutar de un bronceado ideal.
Preparar
El bronceado perfecto comienza antes de la exposición al sol. “Para lucir un moreno uniforme y facilitar una aplicación homogénea del fotoprotector es esencial que la piel esté lisa y sin asperezas. Para ello, unos días antes de la exposición es aconsejable exfoliar la piel para eliminar las células muertas, oxigenar y desobstruir los poros”, aconseja Laia Puig, responsable de cosmética de LPG. Utiliza un exfoliante físico (con sal, azúcar o partículas pulverizadas de semillas o huesos de frutas) o enzimático (con ácidos de frutas que aceleran la renovación celular de la epidermis, la capa más externa de la piel). Tras la exfoliación, hidrata generosamente la piel para mantenerla elástica y colmada de humedad.
Exfoliantes e hidratantes para preparar la piel para un bronceado ideal
Estimular
Impulsar un bronceado más intenso y estético pasa por aportar desde el interior una serie de suplementos que el organismo necesita para fortalecer la piel y a neutralizar los radicales libres generados por la exposición a los rayos UV. Junto a la protección solar externa con cremas, lociones y brumas, es esencial mantener la tasa de antioxidantes que las células necesitan para realizar correctamente las funciones de renovación, protección y autoreparación. Las vitaminas C y E, el betacaroteno, el licopeno, los cartenoides y otros precursores de la vitamina A aportan los antioxidantes que el cuerpo necesita para prevenir el envejecimiento prematuro y neutralizar los radicales libres ocasionados por la exposición al sol. Incluye en la dieta alimentos rojos, naranjas y amarillos, como la zanahoria, los frutos rojos, la calabaza, el pimiento rojo y los cítricos, así como verduras de hoja verde como las espinacas, las acelgas y la rúcola. Además, no está de más tomar un suplemento desde primavera hasta principios del otoño para asegurar los niveles de vitaminas y antioxidantes durante los meses del año en que la radiación solar es más intensa.
Vitaminas y antioxidantes para un bronceado más intenso y uniforme
Prolongar
El bronceado es bonito, luminoso y duradero si la piel está elástica, nutrida y jugosa. De lo contrario, el tono será cada día más cetrino, opaco y apagado y la textura de la piel más acartonada y rugosa. Para mantener el bronceado en un estado óptimo es imprescindible calmar la piel castigada y reseca aplicando cada día después de los baños de sol un aftersun con ingredientes humectantes y reparadores. Activos como la urea, el ácido hialurónico, la glicerina, la rosa de mosqueta o el aloe vera reponen el agua perdida hasta las capas profundas de la piel, reconfortan, reducen las rojeces y la sensación de calor y mitigan la molestia de las quemaduras solares. Las pieles que necesiten una nutrición en profundidad pueden recurrir a fórmulas untuosas con manteca de karité, aceite de oliva o jojoba. Para que el bronceado se desvanezca de un modo uniforme sin manchas, churretes o diferencias de tono, ayuda a la piel exfoliándola suavemente una vez a la semana para mantener la capa más externa libre de pielecitas, células muertas y restos acumulados de productos cosméticos y protección solar. Como productos de uso diario para sublimar el favorecedor moreno, aplícate un aceite seco con efecto nacarado o un iluminador corporal con pigmentos que reflejen la luz y aporten brillo.
Rutina cosmética para prolongar el bronceado hasta el otoño

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