Por qué en verano necesitas cambiar tus cosméticos (tengas la piel que tengas)

Suben las temperaturas y lo primero que hacemos es renovar nuestro vestuario por completo. El calor nos pide vestidos ligeros, sandalias y ropa de baño. Entonces, ¿por qué seguimos con el mismo neceser? El verano es el momento más indicado para cambiar nuestra rutina. Es necesario. No solo los cambios de temperatura afectan a nuestra piel, sino también los hábitos propios de esta fecha: es ahora cuando viajamos más (el avión, especialmente los desplazamientos largos, requiere de unos cuidados específicos) y posiblemente lo hagamos hacia un destino en el que la humedad marcará nuestra rutina de belleza.
De nada sirve haber seguido un estricto tratamiento durante el invierno si en verano olvidamos continuar con unos cuidados específicos. Porque ahora no se trata de hacer un parón y olvidarnos de nuestros buenos hábitos sino de adaptarla para beneficiarnos de fórmulas específicas contra los signos de la edad, las manchas, la sequedad… como lo habíamos hecho hasta ahora. Es muy sencillo. Tan solo tienes que saber cuáles son las necesidades que tu piel tiene y cubrirlas.
CREMAS MÁS LIGERAS PARA EL ROSTRO
Necesitamos hidratación pero, a la vez, las cremas muy untuosas (más propias del invierno) nos resultan muy pesadas. Piensa que cuanto más pesada sea esa crema más difícil será llevarla en condiciones en las que puedas sudar y, por lo tanto, sentir que el producto se vuelve pegajoso o, incluso que se vaya deslizando por la piel hasta producir una sensación muy incómoda.
Es el momento de cambiar las hidratantes que están más indicadas para protegernos de los daños que provocan el frío y los ambientes de calefacción, y utilizar un producto igualmente nutritivo pero con una base acuosa. Nuestro objetivo será ahora el de aportar agua a nuestra piel y hacer que esta la retenga el máximo de horas posibles. Solo así nuestro rostro se verá luminoso e hidratado por mucho que suban las temperaturas. Y evitaremos, además, ese aspecto de piel apagada o fatigada que podemos experimentar estos meses.
Aunque la protección solar no debemos olvidarla ningún día del año —es necesaria incluso en los días nublados y de lluvia—, es ahora cuando debemos hacer más hincapié. Utiliza productos también más ligeros, que no produzcan grasa ni un efecto demasiado pesado. Tendrás que volver a aplicarla más de una vez al día (también cuando no estás de vacaciones o en la playa) y una textura suave te resultará más cómoda. Especialmente si necesitas que sea compatible con el maquillaje.
Aprovecha además estos días para llevar siempre contigo un agua termal o una bruma que aporte agua, hidratación y una sensación refrescante a tu piel en cualquier momento del día.
31,55 €
EN EL CUERPO, UN EXTRA DE HIDRATACIÓN
En el cuerpo ocurre el caso contrario. Si en invierno nuestra piel corporal había pedido una hidratación más ligera —especialmente por la incomodidad de llevar mucha ropa sobre cremas más pesadas— es ahora cuando necesitamos subir el nivel de hidratación al máximo, incluyendo incluso en nuestra rutina aceites corporales. El sol, la sal del mar, el calor y el cloro de la piscina hacen que tengamos que optar por productos que nutran en profundidad para conseguir reparar el daño causado por los agentes externos. Además de por su textura y nivel de hidratación, también es conveniente buscar un producto específico para esta época del año basándonos en su aroma. Es ahora cuando los perfumes tropicales y cítricos nos apetecen más.
La exfoliación corporal, una vez a la semana, continúa siendo muy importante ya que, gracias a ella, eliminaremos las células muertas y haremos que la hidratante que apliquemos penetre mejor, obteniendo unos resultados más óptimos. Realízala mediante exfoliantes corporales que contengan ingredientes que, a la vez, hidraten y reparen. O en la ducha, con una manopla o esponja exfoliante junto con un jabón nutritivo. Tras este proceso, tu piel estará lista para recibir la crema hidratante.
MAQUILLAJES MENOS PESADOS Y MÁS LUMINOSOS
Los maquillajes, como las hidratantes de rostro, deberán ser menos pesados. Casi inexistentes. Se trata más de corregir el tono a base de pequeños toques —aplicados con una brocha o los dedos— que de cubrir el rostro por completo. Para conseguir un efecto de maquillaje ligero o de efecto cara lavada, el truco está en aplicar pequeños toques con un corrector en las imperfecciones que queramos cubrir y unificar el tono con una base muy ligera o una BB cream.
No necesitaremos aplicar una base en todo el rostro si primero hemos tratado la piel con una hidratante y un sérum que aporte luminosidad, como los formulados con vitamina C. Y para terminar, un ligero toque de polvos de sol en la frente, la nariz, los pómulos y la barbilla, las mismas zonas en las que nuestra piel se broncea primero.
32 €
PERFUMES LIGEROS PARA TODO EL DÍA
Al igual que ocurre con los colores, los aromas transmiten emociones. Nos traen recuerdos, nos producen una sensación de relax y bienestar o nos transportan a una estación en concreto. Al igual que cuando olemos una crema que incluye coco en su formulación nuestro cerebro la asocia al verano, existen muchas fragancias que nos resultan más agradables de usar durante la época estival.
Buscamos aromas que huelan a limpio, más refrescantes y que tengan que ver con notas florales y cítricas.. Y, sobre todo, optamos por perfumes que podamos utilizar durante todo el día y en cualquier ocasión. A diferencia del invierno, en verano su uso se traslada de la mañana a la noche y del día a día a los eventos especiales. Porque la única norma que rige en perfumería esta temporada es la de huir de olores que marquen demasiado y que, debido a las altas temperaturas, puedan resultar empalagosos.

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