7 actividades entretenidas para mentes inquietas


1. Descubrir nuevos libros
“No tengo tiempo para leer” es una frase de nuestro tiempo. Lo cierto es que tenemos tiempo, pero lo pasamos con los teléfonos móviles.
Pero no pasan tantas cosas en el mundo o, al menos, no tantas como para dedicarles nuestro tiempo. ¿Por qué no aprovechar las tardes de verano para recuperar el gusto por la lectura? Además, leer mejora las conexiones neuronales, reduce el estrés y combate la depresión como demuestran distintos estudios.
Apunta estos libros para tu tiempo libre:
Roma soy yo
A veces, para conocer nuestro tiempo conviene zambullirse en el pasado. Esa es la virtud de Roma soy yo, que relata la historia definitiva de Julio César y cómo moldeó la Europa que conocemos.

2. Escuchar (más) música… ¡en vinilo!,por supuesto
La música, por supuesto, no puede faltar cuando hablamos de buen tiempo. A los temas del momento, aspirantes a canción del verano, se suman los que nos han acompañado en algunos de nuestros mejores veranos. ¿Por qué no hacer un mix entre unos y otros?
The Black Keys
Dropout Boogie es el undécimo álbum de The Black Keys. Un disco compuesto por diez temas nuevos, cuyo lanzamiento coincide con el 20º aniversario de su primer trabajo The Big Come Up. Para celebrar ambos acontecimientos, la banda ha contado con la colaboración de Billy F. Gibbons (ZZ Top), Greg Cartwright (Reigning Sound) y Angelo Petraglia (Kings of Leon).

3. Pasar más tiempo con la familia y amigos
Ah, esas noches de verano en las que no llega el sueño... Estás entre amigos o con la familia. En la tele hay un programa cualquiera y cada uno en la reunión está con su teléfono móvil.
Es el momento perfecto para proponer uno de nuestros juegos de mesa recomendados. Por supuesto, aquí lo importante no es ganar, sino estar más conectado con las personas que queremos a través del juego, o vengarnos un poquito de alguien intentando ganarle. En ese momento, los clásicos de siempre nunca fallan. Conocemos las reglas de pe a pa y quien no las conoce aprende sobre la marcha.
Trivial Pursuit
¿Quién no lo conoce? ¿Cuándo fue la última vez que jugaste a él? ¿No te gustaría desafiar a tu cuñado? Quien pierde paga la paella o baja al pueblo a por pasteles para la merienda.

4. Devorar cómics
La guerra de los mundos
El clásico de H. G. Wells conoce decenas de interpretaciones porque nunca se agota lo que tiene que decirnos. Santiago García y Javier Olivares, ganadores del Premio Nacional del Cómic en 2015 con Las meninas, ofrecen su particular visión que no deja indiferente al público que abre las páginas.

5. Demostrar tus habilidades DIY
Kit Cervezanía PALE ALE
Quesos que bien podrías acompañar con cerveza destilada en tu propia casa. Si te pones en plan chef, te pones.
Ya lo dijo Platón: «Fue un hombre sabio el que inventó la cerveza». Ahora lo que más te acerca a esa sabiduría es que la prepares tú.

6. Comenzar una novela
Bolígrafo CROSS
Y para ayudar a que las ideas fluyan, ¿qué mejor que bolígrafos que no necesitan precisión para que la tinta aparezca?
Nietzche lo tenía claro: las herramientas de escritura moldean nuestro cerebro y nos ayudan a dar forma a los pensamientos.

7. Conecta con tu artista interior
Puede que seas de esas personas que dicen: “Yo antes dibujaba”.
¿Por qué no volver a recuperar la afición? Qué más da que tus dibujos reproduzcan los objetos y las personas de manera realista o sean garabatos. Los cuadernos de grandes escritores y pensadores están llenos de garabatos.
Para ello puedes hacerte con el clásico cuaderno de dibujo que tantas veces hemos visto en las películas y que los estudiantes de dibujo aún llevan a todas partes. O puedes probar con la pintura. O con el coloring o los mandalas!

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