Semana 18 de embarazo

¿Qué son las contracciones de Braxton Hicks? ¿Cómo se recomienda dormir en el embarazo? ¿Cómo se puede estimular al bebé para que se mueva dentro del útero?

**Tu bebé tiene el tamaño de un limón.**

Si hasta ahora aún no habías notado a tu bebé es posible que esta semana comiences a sentirlo. Su tamaño cada vez mayor hace posible que sea más fácil distinguir sus movimientos y pataditas, una sensación realmente especial para cualquier futura mamá.

Desarrollo del feto en la semana 18 de gestación

En la semana 18 el feto mide unos 18 cm. y pesa en torno a 200 gramos. Cada día gana más peso y acumula grasa debajo de la piel. Se mueve muy activamente y realiza muchos gestos y muecas distintas, por eso es normal que empieces a notarlo, sobre todo cuando estés relajada o tumbada. Duerme unas 18 horas al día, aunque no tienen por qué coincidir con tu horario de sueño.

En este momento del desarrollo sus cuerdas vocales ya funcionan, por lo que podría emitir sonidos como el del llanto. Incluso hay estudios que indican que en estados más avanzados de la gestación los bebés lloran esporádicamente, aunque el líquido amniótico amortigua el sonido y no permite que se escuche desde el exterior.

Los huesos de su oído interno y las terminaciones nerviosas del cerebro relacionadas con la audición se han desarrollado lo suficiente como para que pueda escuchar nítidamente sonidos del exterior del vientre materno.

Comienza a formarse la mielina, una cubierta protectora de los nervios que continuará formándose una vez nacido.

Si es niña, sus trompas de Falopio ya están formadas. Si es niño, sus genitales ya tienen sensibilidad. Si te hacen una ecografía en esta semana y está bien colocado será posible distinguir su sexo.

Sus piernas y pies terminan de moldearse y los cartílagos se van calcificando y transformando en hueso. Este proceso culminará durante la infancia, en los primeros años de vida del pequeño.

Su corazón ya está dividido en cuatro cámaras (dos aurículas y dos ventrículos) y cuatro válvulas (tricúspide, mitral, aortica y pulmonar). Parte de la sangre de la aurícula derecha pasa directamente a la aurícula izquierda a través de un agujero llamado foramen oval, evitando el paso por los pulmones. En el momento del nacimiento este agujero se cierra.

Su sistema respiratorio sigue madurando y practicando movimientos respiratorios, aunque los pulmones no estarán maduros hasta la semana 35.

Cambios en la madre durante la semana 18

Tu tripa ha crecido mucho. La expansión de tu útero puede ocasionar tirones en la parte baja del abdomen o un dolor agudo e intenso al realizar ciertos movimientos. Es algo normal que no debe preocuparte.

Algunas mujeres comienzan a notar las contracciones de Braxton Hicks, contracciones de preparación del útero para el momento del parto que no son dolorosas, duran entre 30 y 60 segundos y desaparecen al cambiar de postura. La sensación es que el vientre se pone muy duro, rígido, compactado.

Es posible que cada vez te cueste más dormir debido a la necesidad de levantarte varias veces al baño para orinar y a que la tripa no te permite encontrar una postura cómoda.

Recuerda que debes dormir de lado, preferiblemente sobre el lado izquierdo, para evitar que el peso del útero comprima la vena cava inferior. Para estar más cómoda, ayúdate de un cojín o almohada colocado entre tus piernas. Ponte otro en la espalda para bloquear tu postura y evitar girarte y acabar tumbada boca arriba.

En esta semana el estreñimiento puede hacerse más notable, ya que las digestiones se vuelven más lentas. Ello te puede provocar pesadez, dolor abdominal, gases, hinchazón de tripa y hemorroides. Para evitarlo, incluye en tu dieta alimentos con fibra, bebe mucha agua y haz ejercicio de manera regular.

Los cambios en tu sistema cardiovascular pueden hacer que te sientas sensación de mareo al levantarte rápido de la cama o hacer ciertos movimientos. Ten precaución para evitar caerte.

El crecimiento progresivo de tu abdomen hace que tu centro de gravedad se desplace poco a poco hacia las piernas. Los huesos de la pelvis se hacen más flexibles, lo que puede provocar dolor de espalda en la zona lumbar o ciática por la inflamación y estrangulamiento del nervio ciático. Los masajes y ejercicios como nadar o el yoga pueden ayudarte a aliviar estas molestias.

Otro síntoma común es el picor de la piel debido al estiramiento, algo que puedes aliviar aplicándote crema hidratante. Si es muy intenso, consulta a tu médico por si se tratara de un Herpes gestationis –en cuyo caso las lesiones suelen ser ampollosas– o una erupción polimorfa del embarazo (PEP), que causa picazón y costras que se extienden por los glúteos y los muslos.

Cuidados durante la semana 18 de embarazo

Cuidar la alimentación durante el embarazo es esencial para evitar contraer enfermedades como la toxoplasmosis, para controlar el aumento de peso y para evitar molestias habituales como el estreñimiento o la acidez.

Procura comer cada dos o tres horas de forma liviana y opta por alimentos frescos y nutritivos como las frutas, las verduras, las legumbres, el pescado, los lácteos y la carne (preferiblemente cocinados al horno, a la plancha o hervidos). Evita las grasas, los fritos, el azúcar y los alimentos ultraprocesados. Es normal que a partir de esta semana notes más apetito ya que las necesidades calóricas del feto se incrementan. Puedes comer unas 300 o 400 calorías más al día optando siempre por alimentos saludables.

Desde el momento en que empieces a notar las patadas del bebé se aconseja que estés pendiente por si pasan más de 24 horas sin sentirlo. Permanece atenta pero sin obsesionarte, ya que los fetos no están siempre igual de activos y tu nivel de actividad también puede influir en que lo notes más o menos. Si pasan horas sin que lo sientas moverse, come algo, túmbate sobre el lado izquierdo y espera tranquila hasta que el bebé se active de nuevo.

Productos recomendados para la semana 18 de embarazo