Los juguetes más 'top' de 2025 para regalar en Navidad a niños y niñas de todas las edades

No hay una edad límite para resistirse a disfrutar de esa experiencia siempre enriquecedora del juego con muñecos. Desde peluches blanditos y achuchables para los bebés más pequeños hasta sofisticadas figuras de colección pasando por dulces muñecos para preescolar y figuras equipadas con todos los accesorios imaginables para Primaria, cada etapa de la infancia tiene sus referentes.

Jugar con muñecos es una actividad esencial para el desarrollo psicológico, social y emocional de las niñas y niños. La interacción con los muñecos les anima a asumir roles y a imitar a los mayores, refuerza sus habilidades sociales y su autonomía, y estimula la creatividad, la imaginación y el lenguaje.

Los niños y niñas con inquietudes artísticas y aptitud para la expresión plástica adorarán ampliar su arsenal de materiales para dar rienda suelta a su creatividad. Sets de dibujo y modelado, laboratorios para experimentar con sus propias manos en contacto con piedras, cristales de colores, tintas, pegatinas y cuentas, y soportes interactivos —como tableros para dibujar y animar las creaciones con efectos de movimiento, luz y color— sorprenderán a los 'pros' de las artes plásticas.

Incluso el maquillaje, con tanto poder de fascinación entre los niños y niñas pre-adolescentes, puede ser una genial herramienta para estimular la creatividad y reforzar la autoexpresión. Basta con elegir un set de maquillaje lúdico adaptado a su edad y a su piel.

Desde pequeños vehículos a escala para hacer rodar por el suelo hasta prototipos de coches, camiones o máquinas con ruedas de tamaño natural, jugar con el movimiento es un gran pasatiempo para bebés, niños y niñas. Manipular pequeños coches de juguete ayuda a desarrollar la orientación espacial y las habilidades motoras finas. En el caso de vehículos grandes también se estimulan el sentido del equilibrio y la coordinación. Y ambos enriquecen el juego interactivo, las habilidades sociales y la comprensión del entorno que nos rodea.

Mediante los coches de juguete, conduciendo vehículos teledirigidos o haciendo rodar a sus familias de Playmobil o de Sylvanians por pistas imaginarias, los niños pueden interiorizar roles del día a día y disfrutar de una actividad dinámica que los mantiene en saludable movimiento.

Demonizar cualquier dispositivo digital por el mero hecho de su tecnología no es coherente. Con permiso de los juguetes analógicos, que nos encantan, las nuevas generaciones de nativos digitales pueden encontrar en la tecnología una excelente herramienta para desarrollar habilidades cognitivas y de expresión a través del juego. Solo hay que elegir dispositivos adaptados a su edad y a su grado de madurez.

Un karaoke, una cámara de fotos, una mesa de mezclas, un proyector de vídeos o unos altavoces con bluetooth garantizan grandes momentos de diversión en torno a la música, el cine, la fotografía y las nuevas expresiones multimedia. Solo querrán darle al 'play' y dejarse llevar.

Los juegos de construcción son una genial puerta de entrada al pensamiento lógico y matemático desde la más temprana edad. Crear algo desde cero mediante la suma, combinación e incorporación de elementos es una tarea que estimula la imaginación abstracta, además de promover la concentración, la paciencia y el aprendizaje basado en las dinámicas ensayo-error.

Perfectos para jugar en solitario o en compañía, los juegos de construcción desencadenan aprendizajes esenciales como la motricidad fina y la creatividad. Con piezas XXL o diminutas, duras, blandas o maleables, geométricas o con formas orgánicas... Hay un juego de construcción a la medida de cada niño o niña.