Accesorios para una distribución eficiente de los alimentos en el frigorífico

¿Imaginas cómo sería vivir sin frigorífico? Su invención revolucionó por completo la vida doméstica y hoy es uno de los pilares de cualquier hogar. Así, permiten la conservación de los alimentos manteniendo sus propiedades y para ello debemos pensar en una distribución eficiente de los mismos.
Pero, aunque está en funcionamiento las 24 horas del día, a menudo no lo valoramos como se merece.
Para conservar bien la comida no solo es importante saber cómo colocarla, también hay buenos hábitos que nos ayudarán a tener un frigorífico bien organizado, más eficiente y mucho más práctico. Y como no todas las familias son iguales, podemos aprovechar la versatilidad y las últimas innovaciones que nos ofrecen los frigoríficos W7 y W9 de Whirlpool, que se adaptan a nuestras necesidades y modos de vida. Ahora con un 15% de descuento hasta el 31 de julio.
El frigorífico en casa: su sitio en la cocina
Es un electrodoméstico que, en cuanto se pone en marcha, estará funcionando constantemente, y al que recurrimos varias veces a lo largo del día. Por eso no hay que elegir su ubicación a la ligera. Si tienes la posibilidad de escoger su sitio en la cocina, aprovecha para acertar con el mejor espacio, donde además resulte cómodo.
Es preferible situarlo alejado de fuentes de calor, como el horno o la placa, así como de radiadores o de otros electrodomésticos que se calienten mucho. Procura que nunca le llegue la luz directa del sol y busca un lugar que sea de fácil acceso.
Cómo distribuir el interior de tu nevera
Además de tener en cuenta las reglas básicas de conservación de los alimentos, con la temperatura y la humedad como puntos clave, la distribución y el orden nos ayudarán a hacer un uso mucho más eficiente del frigorífico.
Lo primero que debemos tener en cuenta es que nunca se debe sobrecargar. Procura dejar siempre espacio entre los alimentos y recipientes para que circule correctamente el aire entre ellos, Estos modelos de frigoríficos Whirlpool mantienen el interior refrigerado de forma homogénea gracias a la circulación constante de aire, evitando la formación de escarcha y hielo.
Nunca guardes la compra sin orden, podrías incluso perder mucho espacio. Lo primero es retirar embalajes innecesarios como bolsas, etiquetas, cartones o anillas de plástico. A continuación, distribuye los alimentos por grupos: yogures y otros lácteos, charcutería, alimentos cocinados, dulces y postres, bebidas, etc.
Organiza el interior utilizando recipientes especiales de ordenación de frigoríficos como cajas y bandejas móviles, queseras o porta tartas. Guarda los huevos en una huevera con tapa e introduce el jamón y otros embutidos en fiambreras herméticas.
Si guardas restos de comida o eres de los que organizan los menús cocinando los platos con antelación, recuerda separar por raciones en envases herméticos, de vidrio y apilables. Para no olvidarte de qué lleva cada cosa, anota el contenido con etiquetas apuntando también la fecha.
Las bolsas de cierre tipo zip son también muy prácticas, sobre todo para conservar alimentos frescos más delicados como carnes, hierbas frescas o frutas del bosque. En el caso de los vegetales procura que siempre estén secos y saca todo el oxígeno que puedas antes de cerrarlas herméticamente. Son aptas también para congelar, y si utilizas una envasadora al vacío alargarás aún más la conservación.
Otro problema común es que nos olvidamos de algunos productos al fondo, y terminan echándose a perder, también en el congelador. Para evitar este inconveniente, lo mejor es tener bien visible la comida que haya que consumir antes, y por eso los frigoríficos W7 y W9 de Whirlpool cuentan con una bandeja especial que se desliza para ver mejor y acceder fácilmente a los alimentos de uso más frecuente almacenados en el congelador.
Cuando guardes la compra en el frigorífico procura colocar los nuevos productos detrás. El modelo W7 te lo pone más fácil con un estante con capacidad de extracción de 12 cm para un acceso más cómodo a los artículos colocados en la parte posterior del estante. Así encuentras más fácilmente tu comida favorita y evitas el desperdicio de sobras o productos caducados.
Adaptado a tus necesidades
No todos tenemos las mismas necesidades en casa. Cada hogar y cada familia es un mundo y además tienen dispares gustos que van cambiando a lo largo del año. Y es que, nuestra dieta no es igual en verano que en invierno.
La solución nos la ofrece la última generación de estos electrodomésticos que apuestan por modelos que se adaptan a cada usuario, con la máxima versatilidad.
Los frigoríficos W7 y W9 de Whirlpool permiten modificar la distribución del espacio según nuestras necesidades concretas como por ejemplo con estantería flexible que permite deslizar la mitad hacia abajo para dejar espacio a objetos más altos como botellas o jarras. El modelo W9 cuenta con un estante portabotellas que también permite convertirlo en una balda normal, o usarla de forma parcial para guardar solo algunas botellas, y así no desperdiciar el espacio.
En la puerta, la zona menos fría y más expuesta a los cambios de temperatura al abrirla constantemente, tenemos espacios de diferentes tamaños para almacenar botellas, tetrabricks o tarros de salsas y condimentos. Pero además podemos configurar los balcones a nuestro gusto para sacarle el máximo partido.
Limpieza y mantenimiento, garantía a largo plazo
Como cualquier otro electrodoméstico, el frigorífico también necesita algunas rutinas de limpieza y mantenimiento. Así nos aseguramos de que estará funcionando como nuevo durante muchos años, con un uso más eficiente de la energía y conservando mejor los alimentos.
Lo ideal es mantener una limpieza básica del interior una vez a la semana o cada quince días. Simplemente pasa un paño limpio con agua templada y un poco de detergente neutro específico para el interior del frigorífico, secándolo todo bien al final. Recuerda limpiar igualmente el exterior y las juntas.
Para facilitar la limpieza, los frigoríficos Whirlpool de las series W7 y W9 cuentan con bandejas, estantes y cajones extraíbles que puedes dejar en remojo. Después enjuaga y seca con suavidad antes de volver a colocarlos a tu gusto.
Una o dos veces al año es buena idea hacer una limpieza más a fondo del aparato, siempre vacío y desenchufado. Aspira la parte posterior donde está el condensador, revisa que no hay obstrucciones en las salidas de aire y limpia también periódicamente el desagüe del agua descongelada.
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