Cómo ver tu televisor sin que la luz ambiental sea un problema

Hoy en día, sin embargo, el televisor tiene un papel protagonista. Su mayor tamaño, el salto tecnológico y la inmensa calidad de los contenidos en formato QHD hacen que las teles de hoy en día sean lo más parecido a tener una pequeña pantalla de cine. Lo que significa que también hemos de cuidar factores como la luz ambiental, necesaria para obtener la máxima calidad de imagen. Te damos unas pautas para que puedas sacar el máximo jugo a tu nuevo televisor.
Usa las lámparas de forma inteligente
Posiblemente uno de los aspectos más descuidados a la hora de colocar un televisor es la posición de los elementos de proyección de luz en una estancia, lo que vienen a ser las lámparas. Su localización y la forma en la que iluminan la habitación resultan importantes por varios motivos: ayudan a crear ambiente, relajan o fatigan la vista y pueden introducir incómodos reflejos.
Lo más importante es mantener una cierta separación del televisor, puesto que también emite su propia luz y es preferible darle todo el protagonismo visual a la imagen. Y si además puedes instalar un regulador de intensidad, perfecto.
Ten en cuenta también el factor de la fatiga visual. Si estamos acostumbrados a ver la televisión a oscuras o con una iluminación tenue, el brillo de la pantalla en un entorno oscuro puede cansar nuestros ojos. Lo recomendable sería colocar el televisor de forma que las lámparas queden a uno de sus lados. Otra opción es instalar un sistema de iluminación LED (los hay muy económicos) de forma discreta en las molduras del techo o tras el mueble para bañar la pared con una luz tenue que ayudará a relajar nuestra vista. Anímate a experimentar.
¿Eres un cinéfilo? Ajusta tu decoración (y no hablamos de los cuadros)
Si antes hablábamos de la iluminación como elemento con capacidad para crear ambientes, no podemos descuidar el hecho de que hoy en día el televisor es una parte más de nuestro hogar. Ya no lo arrinconamos en un carrito o lo dejamos encerrado en el mueble cuando no lo estamos usando: es el auténtico rey del salón. Y como tal, hay que darle un entorno acorde.
Puesto que la luz ambiental (y artificial) rebota de forma más pronunciada en los colores claros, puede ser interesante pintar la pared donde esté instalada la tele de un color oscuro y neutro. Ambos factores son importantes. Un gris o un tostado (tampoco tiene por qué ser negro) realzarán los colores de la imagen y además combinan con todo.
Y no hace falta que tengas miedo a las texturas o quites todos los cuadros: el Ambient Mode presente en la gama Samsung QLED TV 2018 utiliza una fotografía de la pared para integrarse totalmente en el entorno hasta cuando no estás viendo la tele.
Si el televisor va a ser instalado en un mueble, intenta buscarlo en estas tonalidades (aunque maderas oscuras como el cerezo también son válidas). La elección del televisor, por curioso que parezca, también puede ser importante. Modelos como el Samsung 75Q7FN ofrecen opciones innovadoras que hacen posible su instalación sobre elegantes peanas y trípodes, así que si no tienes espacio en la pared o los muebles, puedes animarte a montarlo libremente.
Por supuesto, quien habla de pintura también habla de moquetas y papel pintado. Estos materiales son además doblemente interesantes para las personas interesadas en montar su propio cine en casa, y es que la luz no es lo único que rebota en las paredes: también lo hace el sonido. Instalando revestimientos blandos mejoraremos el sonido de la TV, conseguiremos un sonido más puro y con menos ecos, pero además aislaremos la estancia acústicamente. Ojo al dato.
El sol, un gran enemigo que cada vez lo es menos
Pero si hay un factor luminoso que afecta negativamente a la calidad de imagen, esa es la luz solar. Esta ha sido desde siempre el peor enemigo de la tele, y más aún cuando la industria dio el salto para abandonar los televisores de tubo y adoptar la tecnología LCD. Estas pantallas no emiten su propia luz de forma intrínseca, sino que utilizan lámparas LED en su interior para dar vida a sus imágenes, y tradicionalmente han sido muy susceptibles a los reflejos.
La consecuencia más directa es que la mayoría de los televisores planos deben ser instalados en un lugar donde no reciban directamente la luz del sol. Esto es especialmente cierto en el caso de las modelos de plasma y OLED, que por sus características técnicas (reflexión y un brillo inferior) pueden ver sus imágenes casi totalmente anuladas con solo retirar las cortinas.
Pero no vamos a tener que bajar las persianas cada vez que queramos ver la tele. La gama Samsung QLED TV 2018 resuelve este problema utilizando un potentísimo sistema de iluminación con múltiples zonas para dar brillo a cada una de las regiones de la pantalla. Este factor técnico forma parte de lo que Samsung denomina como Q Contraste, que unido a la tecnología Q HDR permite mostrar imágenes de elevadísima intensidad luminosa.
La combinación de estas factores resulta en televisores tan luminosos que prácticamente no tienen problemas enfrentándose a la luz directa. Un buen ejemplo es el Samsung 55Q7FN, compatible con HDR 1500 y por tanto con el brillo necesario para doblegar los rayos del Sol. No hay mejor forma de combatir los molestos reflejos que hacer que desaparezcan, y escoger el televisor adecuado nos permitirá evitarlos sin necesidad de bajar las persianas hasta la última rendija.
La distancia de visionado: ahora eliges tú
Por último, podemos señalar el hecho de que ya no es necesario mantener una distancia de seguridad con respecto a la tele. Y no hablamos de ese antiguo (y erróneo) “que te van a hacer falta gafas” con el que nos regañaban nuestras madres cuando nos pegábamos a la pantalla, sino del hecho de que gracias a los últimos avances en materia de calidad de imagen casi podemos estar tan cerca de la tele como queramos. Y esto simplifica mucho su instalación.
Antiguamente se recomendaba situarse a aproximadamente tres o cuatro metros de un televisor Full HD (1.920 x 1.080 píxeles) de más de 40 pulgadas para poder disfrutar realmente de él. A menos de esa distancia los puntos que forman la imagen se hacían visibles, generando imágenes pixeladas (que en el caso de ser fotografías a través del ordenador podrías mejorar la calidad de una imagen pixelada online, si así lo necesitaras) y menos nítidas. Los Samsung QLED TV 2018, por contra, integran paneles UHD, con 3.840 x 2.160 píxeles de resolución. El resultado es una calidad de vídeo excepcional incluso a un metro de distancia, por lo que ya no es necesario sacar la cinta métrica para buscar la posición óptima del sofá.
Otro detalle interesante, tal vez menos evidente, es el hecho de que algunos televisores basados en tecnologías antiguas incorporan paneles y sistemas de procesamiento que pueden generar bandeados. Este efecto se puede apreciar especialmente en las escenas nocturnas y con una iluminación ambiental tenue, cuando se aprecia un “arcoíris” de tres o cuatro tonalidades de gris en lugar de un degradado realista y convincente.
Mediante el uso de quantum dots, partículas que transforman la luz en colores concretos, televisores como los Samsung 55Q7FN y 65Q7FN evitan este incómodo defecto de la imagen, generando degradados suaves y precisos con todo el color de los contenidos originales. Si vienes de un televisor LCD antiguo y te gusta el cine, es casi como redescubrir la tele.
A tecnologías como los quantum dots se suman otros avances como la aplicación SeeColors, diseñada para que las personas con distintos grados de daltonismo puedan disfrutar del cine y la televisión con mayor calidad. En esencia, esta aplicación para móviles modifica el volumen de color y la calibración del televisor para mostrar tonalidades más ajustadas a las capacidades de visión del espectador, lo que en algunos casos evitará el tener que jugar con las cortinas o la iluminación. Porque ser daltónico no implica tener que conformarse con una pobre calidad de imagen.
Samsung QE55Q7FN (55 pulgadas)
El Samsung QE55Q7FN puede considerarse uno de los modelos más asequibles de la nueva familia QLED TV 2018. Con un total de 55 pulgadas y un precio rebajado a 1.899 euros, demuestra que disfrutar de un televisor con los últimos avances en materia de imagen no tiene por qué costar una fortuna. Incorpora soporte para HDR 1500 y por sus dimensiones quedará igual de bien en un mueble que sobre la pared, aprovechando su sistema de montura No Gap.
Samsung QE65Q7FN (65 pulgadas)
El Samsung QE65Q7FN es el modelo intermedio dentro de la gama Q7. Con un tamaño de 65 pulgadas y un precio de 2.899 euros, se configura como una opción adecuada para los consumidores más exigentes. Incorpora soporte para HDR 1500 y puede resultar interesante si se está pensando en instalarlo de forma libre o en la pared, utilizando su sistema de fijación No Gap.
Samsung QE75Q7FN (75 pulgadas)
El Samsung QE75Q7FN es el modelo más grande de la familia Q7. Con un tamaño de 75 pulgadas y un precio rebajado a 3.999 euros, se configura como un televisor de grandes dimensiones para cinéfilos y seriéfilos con un salón a juego. Incorpora soporte para HDR 1500 y resulta la opción más adecuada para hogares con estancias cavernosas e instalaciones en residencias tipo loft, donde se podrá integrar más fácilmente con la decoración.

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