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Tomate: la alegría de la huerta

En 2020, el tomate se convirtió en la hortaliza más importante del planeta tras la patata. Hasta llegar hasta aquí, este fruto que nació baya, recorrió un largo camino desde las zonas desérticas de la Sudamérica occidental a México y de ahí viajó a Europa, en tiempos en los que Hernán Cortés conquistó Mesoamérica. En Europa primero fue planta ornamental y, en el siglo XVIII, comenzó a emplearse en cocina. Hoy en día, la cocina mediterránea es inimaginable sin esta fruta tratada como verdura.

¿Por qué gusta tanto el tomate? Su sabor es único gracias a su equilibrio entre dulce y acidez. Es una hortaliza muy versátil en infinitas elaboraciones. En verano está en plena temporada y hasta bien entrado octubre disfrutaremos de distintas variedades, todas deliciosas. Además, tienen pocas calorías, mucha vitamina C y propiedades antioxidantes.

¿Sabías que…?

Es habitual confundir brevas con higos: nacen del mismo árbol y no son frutos (aunque así les denominamos), son vainas que contienen flores invertidas. ¿Dónde radica, pues, la diferencia?

Las brevas se recolectan en junio y julio, son menos dulces que los higos, ya pesar de lo que pueda parecer, no son frutos tempranos sino tardíos: son higos que no terminaron de crecer con la llegada del frío y, mantenidos por la higuera en una especie de limbo hasta la llegada del calor, cuando las brevas completan su crecimiento. Los higos surgen después: su temporada es desde finales de agosto hasta octubre, dependiendo de la zona.