Cuando suben las temperaturas, lo que más apetece es algo fresco, hidratante y que no requiera encender los fogones. Es el momento de básicos como ensaladas, cremas frescas o exquisitas combinaciones de frutas. Y lo mejor es que estas recetas se pueden preparar con antelación y guardar en la nevera listas para cuando llegues.
Las recetas frías de verano pueden hacer mucho más por ti que simplemente refrescar. Si eliges bien los ingredientes, también ayudan a hidratarte, proteger tu piel del sol y llenarte de energía sin agobios. El tomate, el pepino o el melón no solo tienen mucha agua, también antioxidantes que te cuidan desde dentro. Y frutas como el melocotón, la zanahoria o el mango aportan betacarotenos, esos que hacen que el bronceado se vea más bonito y dure un poco más.
Si además sumas algo de pescado azul en una ensalada o tomas unos frutos rojos de postre, estarás metiendo vitaminas como la D, la C o la E sin complicarte nada.
Comer rico, fresco y con sentido es mucho más fácil de lo que parece… solo hay que escuchar al cuerpo y dejarse llevar por lo que apetece de verdad.
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La técnica del carpaccio, inventada por los italianos, es una gran aliada para estos calores. Pescados como este bacalao mejoran en textura y se empapan mejor de la intensidad del aliño.
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El pescado no añade prácticamente grasa a tu dieta pero sí abundantes proteínas ¡y de las completas! Con esta receta de rape, en la que se cocina en jugos frescos, te espera un plato delicioso.
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Esta receta lo tiene todo: combina vitaminas, proteínas, agua e hidratos que te dan energía en su justa medida.
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Una forma de llevar el concepto del gazpacho a otro nivel. La combinación de tomate y frambuesa roza la perfección, y más con el crunch de los frutos secos.
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Una vez listo, tu salpicón te vale tanto para reservar en casa o para meterlo en un táper que conserve el frío y llevarlo a la playa. Sabrás que comerás completo y sabroso.
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Añadir frutas en tu ensalada es un gran invento. Te llevas lo mejor de sus nutrientes porque no van cocinadas y lo mejor del contraste de matices que surge con el resto de ingredientes salados.
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El secreto de todo tartar es su sazón, además, claro, de buenos productos. Compruébalo con esta receta fresquita que puedes tomar de plato único.
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El pescado no añade prácticamente grasa a tu dieta pero sí abundantes proteínas ¡y de las completas! Con esta receta de rape, en la que se cocina en jugos frescos, te espera un plato delicioso.
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En menos de 5 minutos, el refresco perfecto para hidratarte y llenarte de antioxidantes. Y, lo mejor, es que puedes compartirlo con los más peques.
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