Con el cambio de hora y las noches más largas, se empieza a notar cómo el cuerpo pide platos de cuchara que reconforten y nos hagan sentir en casa. Este es el momento perfecto para disfrutar de sopas y caldos que, ya sea a la hora de comer o como una cena ligera, ofrecen ese toque cálido y sustancioso que tanto apetece cuando bajan las temperaturas… y sube el hambre.
Con cremas, caldos y sopas puedes tirar de platos clásicos de nuestra cocina, de preparaciones con toques internacionales y, también, de opciones saludables perfectas para estos días otoñales y disfrutar de esas sensaciones de bienestar que proporcionan en cada cucharada. ¡Te brindamos algunos ejemplos!
Este otoño, deja que cada cucharada sea un descubrimiento. Desde lo clásico a lo exótico, lo ligero y elegante a lo completo y nutritivo, estas sopas y caldos otoñales, con variaciones personales para adaptarlas a tu gusto, son una alternativa realmente reconfortante que, además, está deliciosa. Solo queda escoger una receta y disfrutar de tus sabores favoritos de la temporada en cada cucharada.
Las sopas y las cremas son preparaciones con muchos y variados beneficios, sobre todo, cuando están elaboradas con ingredientes naturales y frescos.
Una de sus ventajas es el alto porcentaje de agua, lo que ayuda a mantener el organismo bien hidratado. Además, en líneas generales, son de fácil digestión, y si incluyen verduras, legumbres y alimentos con proteínas, aportan una buena dosis de nutrientes.
Por último, cabe señalar que suelen ser muy versátiles, y admiten una gran variedad de ingredientes. Además, se pueden sazonar con hierbas y especias, y añadir toque crujientes que le aportan distintas texturas.
En épocas frías ayudan aumentar la temperatura corporal por lo que son ideales para mantener cierto confort térmico.
Pocos platos dicen otoño como una crema de calabaza. Este plato, con su toque dulce y su textura aterciopelada es de lo más reconfortante. La calabaza, rica en vitamina A y antioxidantes, está en otoño de temporada.
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Facilísima, nutritiva y saludable, es una opción perfecta para que los más pequeños de la casa se animen a tomar verduras.
Con garbanzos en conserva o secos y una cocción pausada, este caldo es de lo más reconfortante en esos días nublados y fríos en los que el cuerpo pide algo calentito
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La sopa de cebolla es una especialidad de la cocina francesa que data de la Edad Media. Es un emblema de la cocina rústica que se transforma en algo especial con el gratinado de queso fundido.
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Con el pollo como ingrediente principal y aderezos como la soja, el jengibre o el cilantro, esta sopa es ideal para preparar con antelación y disfrutarlo entre semana.
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Una sopa de sabor intenso y que se prepara en poco tiempo, con ingredientes como los mejillones o las gambas, nutritiva y saludable.
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Un plato ligero con un toque de nuez moscada que aporta un plus de sabor al delicioso conjunto de espinacas, especias y huevo.
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Aprovechando que el otoño es un paraíso para la micología, esta crema a base de setas de temporada, con un toque de tomillo recoge todo el sabor del bosque en esta época.
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El calabacín es un ingrediente habitual en cremas y sopas de otoño, y el aporte de jengible le da un toque exótico, y la quinua le aporta textura y la quinua, un alto contenido en proteínas de origen vegetal y fibra.
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Tomar legumbres en crema es una muy buena opción para consumir proteínas vegetales, en este caso lentejas, que redondean su perfil nutricional con el aporte de calabaza y zanahoria.
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