Todo lo que necesitas para abrigar al bebé en casa, de paseo o en la cuna

La llegada del frío es un asunto que puede preocupar a las familias con bebés, sobre todo a los padres y madres primerizos. Es habitual que muchos sientan temor ante la posibilidad de que el pequeño –cuyo sistema inmunitario es aún inmaduro– se resfríe o coja un catarro que pueda comprometer su bienestar.
Velar por el confort de los bebés y niños pequeños pasa, entre otras muchas cosas, por abrigarles adecuadamente en las estaciones más frías y húmedas. La pauta que hay que seguir es de puro sentido común: “El niño no necesita más ropa de la que pueda precisar un adulto”, indican en Cuídame, guía para padres y madres del Gobierno de Aragón. “Abrigar demasiado al bebé es tan perjudicial como ponerle poca ropa”, aseguran.
En cuanto a la ropa para las estaciones más frías, lo ideal es optar por tejidos naturales y transpirables como el algodón orgánico y el punto de lana o la lana merino, que no sueltan pelusas y son suaves, resistentes y confortables. Además, conviene contar con complementos o accesorios que permitan aportar un extra de calidez en determinadas situaciones. Toma nota de nuestra selección de favoritos para mantener a tu bebé calentito y confortable en los días más fríos y húmedos del otoño y el invierno.
01.
Cómo abrigar al bebé en casa
El recién nacido suele tener las manos y los pies fríos debido a la inmadurez de su sistema circulatorio periférico, pero ello no quiere decir que tenga frío. Además, “la inmadurez cutánea de los recién nacidos y bebés pequeños hace tengan tendencia a enfriarse”, dicen en la Asociación Española de Pediatría. A medida que crece y su sistema circulatorio y la estructura de su dermis se consolidan, la temperatura del bebé se va autorregulando. Así, los arrullos y manitas son un aliado perfecto para cubrir al bebé cuando esté descansando en la hamaca, tendido en la cuna o cogido en brazos por algún adulto.


02.
Cómo abrigar al bebé en el carrito de paseo
Siempre que salgas a la calle con un bebé conviene ir bien equipado para cualquier inclemencia imprevista. Sobre todo en otoño e invierno. A veces, los días más soleados pueden tornarse fríos y húmedos de repente. O si el paseo se alarga más de lo previsto, la caída de la noche puede ocasionar una bajada drástica de varios grados en pocos minutos. No te olvides de tener siempre a mano prendas extra para poder quitar o poner capas al bebé en el carrito o silla de paseo según las circunstancias. Una burbuja impermeable por si comienza a llover también es más que imprescindible. Pero recuerda que debes utilizarla sólo si llueve, nunca como abrigo.
03.
Cómo abrigar al bebé mientras duerme
Para garantizar el descanso óptimo del bebé durante la noche, su habitación debe estar bien ventilada y a una temperatura de entre 18ºC y 21ºC. Las temperaturas por encima o por debajo de esta horquilla térmica pueden impedir que el pequeño concilie el sueño y disfrute de un descanso reparador. A la hora de acostar al pequeño, un truco muy práctico para saber si tiene frío o calor es palpar suavemente su nuca y su cuello. Si la piel está cálida y seca, el bebé está en la temperatura ideal. Si la piel se siente húmeda o demasiado caliente es señal de que el pequeño está demasiado abrigado. Como ropa de cuna se recomienda utilizar sábanas de algodón orgánico –que son suaves y transpirables– y un edredón nórdico ligero. Un saco de dormir es una buena opción si tu bebé es movido, pues evita que se desarrope.


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