¿Cuándo le salen los dientes al bebé?

Síntomas de la erupción de los dientes de leche en el bebé

La salida de los primeros dientes es un proceso incómodo y molesto para el bebé que provoca dolor y sensación de quemazón en las encías, por lo que es habitual que durante la fase de erupción de los dientes el pequeño se muestre más irritable y desconsolado que de costumbre y con episodios frecuentes de llanto inconsolable. Hay tres síntomas inequívocos de la erupción de los dientes:

• Salivación excesiva. Esta producción anormal de saliva, unida a las molestias para deglutir, puede llegar a convertirse en babeo y hacer que la saliva del bebé fluya por fuera de la boca.
   
• Impulso de morder. El bebé intentará aliviar sus molestias ejerciendo presión sobre la encía con cualquier cosa que pueda llevarse a la boca.
   
• Enrojecimiento e inflamación de las encías. Este síntoma no es perceptible a primera vista, aunque basta con explorar las encías del bebé para comprobarlo. Cuando la erupción es inminente incluso se apreciará el diente que está a punto de salir, como un punto blanco y duro en el contorno superior de la encía.
   

El primer diente del bebé. ¿En qué orden salen los dientes?

La aparición de los dientes de leche o dentición es un proceso lento que puede alargarse durante varios meses. Esta erupción de dientes no tiene por qué alterar la vida de los niños, aunque puede ocasionar molestias leves como dolor moderado, diarrea o fiebre. El orden de la salida de los dientes está ligado de manera evolutiva a la alimentación. Así, los primeros dientes en salir son los incisivos –porque son los idóneos para masticar verduras y alimentos blandos–. Seguirán los caninos –precisos para triturar alimentos de consistencia media– y, por último, los molares –las piezas indicadas para procesar alimentos firmes y que ofrecen resistencia a la mordida–.

La salida de los dientes se va produciendo de forma encadenada. Los incisivos centrales inferiores aparecen alrededor de los seis u ocho meses del bebé. Entre los siete y los diez meses lo hacen los incisivos centrales superiores. Posteriormente, entre los ocho y los diez meses, comienzan a salir los incisivos laterales superiores. Los incisivos laterales inferiores suelen aparecer entre los diez y los 14 meses del bebé. Los molares inferiores, superiores o internos salen entre los 14 y los 20 meses. Entre los 16 meses y los 24 meses del bebé aparecen los caninos inferiores y superiores. Finalmente, entre los 25 meses y los 30 meses del bebé, surgen los molares externos, superiores e inferiores.

Consejos para el cuidado de los dientes de los bebés y niños

Velar por la correcta higiene y cuidado de los dientes es un hábito esencial que los padres deben inculcar a los niños desde pequeños. Además de enseñarles a cepillarse correctamente y, a medida que crecen, a completar la higiene con otros métodos (hilo dental, irrigador...), es importante tener en cuenta ciertas pautas de alimentación para evitar problemas y patologías en la salud oral y dental. Estas son las indicaciones básicas:

1- Cepillarse los dientes después de cada comida. Muchos niños se saltan el cepillado de por la noche porque se quedan dormidos. Sin embargo, este es el cepillado más importante del día, porque las bacterias que se alojan en la boca actúan especialmente por la noche. Es fundamental que el niño se vaya a la cama con los dientes limpios.

2- Evitar alimentos con exceso de azúcares. Además de estar asociada a la obesidad infantil, el azúcar presente en los alimentos deteriora el esmalte de los dientes y los erosiona, favoreciendo la aparición de caries.

3- Visitar de forma regular al odontólogo. Se aconseja una revisión cada seis meses para controlar la posición de los dientes, la caída de los dientes de leche, la erupción de los dientes definitivos., la presencia de caries o para aplicar selladores para minimizar el riesgo.

4- Utilizar pasta de dientes y colutorios especiales para niños. Las pastas de dientes para niños contienen la dosis específica de flúor adecuada a la edad, para no perjudicar la salud. Es importante saber con qué cantidad exacta de flúor se está cepillando el niño.

5- Beber mucha agua. Es fundamental para aumentar la producción de saliva, que favorece la limpieza de los dientes y evita la sequedad bucal.

6- Llevar una dieta sana y equilibrada. Una alimentación sana y equilibrada es el complemento perfecto de cualquier boca sana. Entre las pautas se incluyen evitar el consumo de alimentos azucarados y consumir alimentos ricos en calcio y otros minerales y vitaminas que fortalezcan los dientes, como los lácteos, las verduras y las frutas.

Productos para el cuidado y la higiene de los dientes del bebé

Fuente: 

AEPAP. Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria.