Engordaderas en los bebés: qué son, por qué salen y cómo se tratan

¿Qué son las engordaderas?
Probablemente hasta que no estés embarazada o tengas a tu bebé recién nacido en tus brazos no oirás hablar de las engordaderas, pero en este artículo algo de información te podemos avanzar. Además, resulta importante aprender un pelín antes, todo sobre la piel y el cutis en general de tu bebé. Por norma general, estas engordaderas, también denominadas milia o acné neonatal, pueden encontrarse con más frecuencia en la cara, pero también en otras zonas como la espalda o los brazos (no tan común).
Las engordaderas no pueden definirse como un trastorno ya que es algo completamente normal en el desarrollo y piel del recién nacido, una erupción cutánea más común de lo que creen los progenitores. Y aunque en muchas ocasiones durante los primeros días de vida podrán presentar distintas lesiones en la piel, lo más común es que se trate de engordaderas, granitos que aparecen de manera espontánea por toda la piel del bebé.
¿Por qué aparecen las engordaderas?
Estas pápulas de color blanco perlado o amarillento, de 1-2 mm de diámetro suelen aparecer en las mejillas, nariz, frente y barbilla. Su forma suele ser puntiaguda y aunque es posible que en muchos casos se confunda con la dermatitis atópica hay que saber que son muy diferentes. Las engordaderas son depósitos de grasas y queratina en forma de granitos, pero la dermatitis atópica es más bien una superficie de la piel enrojecida.
Aunque lo que más preocupa es en realidad el por qué aparecen. Pues bien, el hecho de que este tipo de dermatitis aparezca en los primeros días de vida se debe a las hormonas maternas que ha recibido a través de la placenta e incluso a la acumulación de queratina. Son normalmente estos dos factores los principales causantes de este tipo de acné, aunque también se han de tener en cuenta otros factores que apuntan a que las engordaderas aparecen debido a problemas y cambios hormonales que suelen experimentarse en los primeros días de vida del recién nacido.
Es frecuente observar las engordaderas en los primeros días, pues aparecen normalmente a partir de la primera semana de vida y desaparecen en torno a las seis u ocho semanas, siendo mucho más infrecuentes a partir de los dos meses de edad. Estas no dejan ningún tipo de señal o cicatriz y del mismo modo que aparecen se van, es decir, sin dejar rastro. Además, se debe tener en cuenta también que estos mismos acúmulos de queratina pueden producirse también dentro de la boca más concretamente en las encías, pero en este caso no se trata de engordaderas sino de las perlas de Epstein, y que del mismo modo que la milia desaparecen a las pocas semanas sin incidencias.
¿Cómo se tratan las engordaderas en la piel de los bebés?
Estas lesiones que aparecen tanto en la piel como en la boca no son dolorosas para el bebé ni contagiosas, y tan solo en algunas ocasiones podrían ser algo molestas, pero estéticamente hablando. En realidad, tampoco requieren tratamiento. De hecho, y a pesar de lo aparatoso que pueden parecer estos granitos no debe en ningún caso aplicarse ninguna crema ni producto especial para ellos. El único tratamiento recomendado en realidad para las engordaderas es continuar con la higiene habitual con un jabón suave especial para bebés.
Tampoco deberán apretarse ni estrujarse pues lo único que podemos provocar así es una infección. Tened en cuenta que por norma general además estas engordaderas suelen desaparecer por sí solas en las primeras semanas de vida. No hay por tanto de qué preocuparse pues no hay que llevar a cabo ningún tratamiento específico para conseguir que desaparezcan sino simplemente seguir ciertas recomendaciones. Y lo mejor, como ya veíamos un jabón PH neutro específico para la edad de los niños y abundante agua para su higiene.

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