La fiebre es el aumento temporal en la temperatura del cuerpo en respuesta a alguna enfermedad. Se ha de tener en cuenta que la temperatura corporal tiende a cambiar, siendo más elevada al principio de la noche,

Cómo deberían actuar los padres ante la fiebre de sus hijos

La fiebre es una reacción natural para activar las defensas frente a diversas infecciones. Así que, no es necesario tratar la fiebre en sí, aunque sí el malestar que causa y enfermedad por la que se tiene la fiebre.

Un niño tiene fiebre cuando su temperatura está por encima de 38ºC si se mide en las nalgas, 37,5ºC si se mide en la boca, y 37,2ºC si se mide bajo el brazo, más concretamente en la axila y te dejamos los mejores termómetros para bebés, como termómetros de contacto o termómetros digitales, así podrás confirmar qué grados tiene tu hijo. En la mayoría de los casos, la fiebre se manifiesta en los niños a causa de un virus. Estas suelen durar entre dos y tres días aproximadamente, aunque en algunos casos pueden llegar a durar hasta incluso dos semanas. Cuando el niño tenga fiebre, los padres deben seguir una serie de recomendaciones:

Beber mucho líquido para mantenerle lo suficientemente hidratado.

Usar ropa liviana.

Si siente escalofríos, ponerle por encima una manta suave para que se le pasen.

Administrarle Dalsy o Apiretal, y si hay mucho malestar ofrecer algún antitérmico o analgésico (aunque siempre con previa consulta a su pediatra).

Por lo tanto, no se debe tratar la fiebre, sino que deberíamos tratar el malestar en sí. Lo importante siempre es que el niño esté cómodo y a gusto.

Se ha extendido, además, durante años, la creencia de que cuando se origina la fiebre, se debe alternar el paracetamol y el ibuprofeno. Sin embargo, no se ha comprobado que esto realmente sea bueno y efectivo a la hora de disminuir la temperatura o el malestar. Además, lo único que puede hacer es que se produzcan confusiones a la hora de administrarlos y se puedan llegar a producir efectos secundarios.

Por tanto, lo ideal es tratar a los niños febriles cuando se acompañe de malestar, no alternar paracetamol e ibuprofeno ni dar los dos a la vez. Se hará solamente cuando el malestar sea intenso y persista.

Se desaconseja totalmente también el uso de paños húmedos, friegas de alcohol, desnudar a los niños, las duchas o los baños para tratar la fiebre. No obstrante, se deberán vigilar signos de empeoramiento como manchitas en la piel de color rojo oscuro o marrón y si el niño presenta decaimiento, irritabilidad, llanto excesivo o rigidez en el cuello, convulsión y pérdida de conocimiento, dificultad para respirar, vómitos o diarrea u orina escasa.

¿Por qué aparece la fiebre en niños?

En muchas ocasiones no tiene por qué, pero es cierto que a veces la aparición de la fiebre podría ser debida, por ejemplo, a la salida de un nuevo diente. Para los médicos y pediatras las causas más probables de fiebre en niños suelen ser debidas a algún tipo de virus porque lo cierto es que no se ha comprobado realmente que la erupción de los dientes provoque fiebre como tal, o eso es al menos lo que aseguran desde la Asociación Española de Pediatría (AEP).

De hecho, aunque hay muchas razones por las cuales aparece la fiebre, las más comunes siempre son las infecciones víricas, las infecciones gastrointestinales o las urinarias. No obstante, se debe tener también en cuenta que una vacunación reciente, abrigar al niño en exceso o la aparición de los primeros dientes del bebé podrían causar también algo de fiebre en el niño.

¿Cuándo se debe consultar con el pediatra?

La fiebre es un síntoma muy frecuente en los primeros años de vida. Cuando los niños comienzan a ir al cole, y especialmente durante el invierno, estos suelen tener bastantes infecciones. Lo acaban cogiendo todo y acaban con fiebre simplemente para defenderse.

Recordemos que la fiebre es una defensa, un mecanismo que tiene el organismo de cada uno para luchar contra las infecciones que aparecen, es esa reacción del cuerpo. Lo ideal es avisar al pediatra si: