Los mejores termómetros para bebés
Creatividad: Paula Martín del Río
Medir la temperatura corporal es una práctica que cualquier padre o madre hará en repetidas ocasiones durante la infancia de sus hijos. La temperatura corporal (y, en concreto, la fiebre), es uno de los datos más esclarecedores para conocer el estado de salud de una persona. En el caso de los recién nacidos, bebés, niños y niñas, cualquier cambio significativo en su temperatura corporal puede indicar que hay motivos para consultar con el pediatra.
La fiebre es un síntoma que puede alertar sobre infección, exceso de calor ambiental o de abrigo, principio de deshidratación, insolación... Se considera que el bebé tiene fiebre cuando su temperatura es de 38°C o más (tomada en el recto), o superior a 37,5°C (tomada en la axila).
Por este motivo, es importante tener siempre a mano un termómetro diseñado para el uso infantil que nos permita conocer la temperatura del pequeño cuando haya indicios o sospecha de enfermedad o malestar. Que sea preciso y rápido, intuitivo para el adulto y cómodo para el bebé son los requisitos mínimos que se deben tener en cuenta a la hora de elegir el modelo más adecuado.
Tipos de termómetro
Los termómetros son una pequeña gran inversión para el botiquín doméstico. No existe un tipo de termómetro mejor que otro. Lo que sí hay es un termómetro más conveniente en función de las necesidades de cada familia o de las preferencias personales. Pueden diferenciarse por su tecnología o por la zona corporal donde se toma la medición. En concreto, se diferencian cuatro tipologías:
- De mercurio. Prohibidos en la UE desde 2009, es posible que muchas familias dispongan aún de un antiguo termómetro de este tipo en casa. Son de cristal, con una pipeta rellena de mercurio que, en contacto con la piel, reacciona al calor corporal y asciende en una escala. No son rápidos, pero la medición es fiable. Para desecharlos hay que llevarlos a un punto limpio.
- Digitales. Son rápidos, fiables, seguros, cómodos, resistentes, duraderos, ligeros... Y, además, permiten medir la fiebre en la axila, bajo la lengua o en el recto. Tienen un detector metálico que se calienta en contacto con la piel y, al cabo de muy pocos segundos, ofrece una lectura en una pantalla digital.
- Infrarrojo de oído. Miden la energía infrarroja emitida por el tímpano, que varía en función de la temperatura corporal. Se utilizan acercando la boquilla a la cavidad del oído y, mediante una lente, el termómetro hace una lectura en muy pocos segundos. A tener en cuenta: su precio es algo más elevado que el de los termómetros digitales.
- Infrarrojo de frente. Estiman la temperatura corporal gracias a la captación de la intensidad de la energía infrarroja emitida cerca de la sien. Son termómetros fáciles y cómodos para utilizar con niños, aunque suelen ser algo más caros que los termómetros de oído.
Los 8 mejores termómetros de 2025 para bebés y niños
01.
Termokit Dolce, de Miniland
Comprobar la temperatura del agua de la bañera, de la habitación o salir de dudas ante cualquier indicio de fiebre son gestos que se repiten con frecuencia durante la crianza. Por eso, los padres y madres más prácticos agradecerán contar, en un mismo kit, con todos los instrumentos de medición de la temperatura para el confort y el bienestar del bebé.
El set con termómetros Termokit Dolce de Miniland incluye un termómetro corporal, otro tipo chupete y otro ambiental y de agua. El corporal tiene punta flexible; el tipo chupete, sumergible y lavable, permite medir la fiebre cómodamente por vía oral; y el de diseño de pingüino, con alerta de temperatura alta-baja, mide la temperatura del agua y del ambiente. El bebé puede manipularlo sin riesgos ya que cumple con los estándares de seguridad de un juguete.
02.
Thermotalk Plus, de Miniland
¿Alguna vez te has planteado cómo interpretar los cambios en el pulso cardiaco del bebé? Factores como el llanto, un episodio de nerviosismo o la reacción ante un ruido fuerte pueden alterar el ritmo de los latidos del corazón, así como la fiebre.
Por eso, la medición del pulso corporal es el gran atractivo del termómetro Miniland Baby de Thermotalk. Para obtener el dato basta con apoyar el dedo pulgar del bebé sobre el sensor, que ofrece la medición en 15 segundos. Además, cuenta con tecnología de infrarrojos que mide la temperatura corporal en tan solo un segundo en contacto con la frente o el oído. Otra de sus cualidades es que se puede configurar para que comunique las mediciones por voz. De ahí su apellido, "Talk".
03.
Thermospeed, de Béaba
Asegurar el descanso del bebé, sobre todo cuando tiene fiebre, es uno de los objetivos del termómetro ultrarrápido Thermospeed de Béaba. Con tecnología de infrarrojos, mide la temperatura en el oído y en la frente con un solo clic sin contacto con la piel, para no despertar al bebé mientras duerme.
No solo ofrece el dato numérico, sino que además, está programado para interpretar la medición de acuerdo a una serie de parámetros como, por ejemplo, la edad del niño. El resultado se muestra con un código de colores que permite poner la temperatura en contexto para saber si es recomendable visitar al pediatra. Este termómetro también es apto para medir la temperatura ambiente de la habitación del pequeño.
04.
Rana, de Beurer
Un diseño tierno y amigable no es una cuestión menor cuando se trata de objetos para el uso de bebés, niños y niñas. Así, el termómetro infantil Rana de Beurer se ha creado sin perder de vista que tenga un diseño sugerente para los pequeños de la casa.
Tras su divertida apariencia y sus llamativos colores se esconden una serie de detalles pensados para la comodidad del usuario: su punta extra flexible garantiza un confort máximo, no contiene ningún elemento de vidrio para una seguridad total y es resistente al agua. Proporciona una medición en 10 segundos y, en caso de que los datos superen el umbral de fiebre (37.8ºC), emite un sonido acústico.
05.
Easy 2 en 1, de Chicco
Su diseño bicolor no es casual. La banda azul celeste que recorre hasta la punta el termómetro Easy 2 en 1 de Chicco está fabricada en un material flexible e hipoalergénico que garantiza la más segura experiencia de uso por parte de bebés, niños y niñas. La naturaleza de este material evita que el termómetro pueda clavarse accidentalmente. Además, su forma ergonómica y su sonda anatómica corta hacen imposible que el termómetro se pueda introducir más de lo necesario.
Junto a la seguridad, el mayor punto a favor de este termómetro para uso infantil es, sin duda, la precisión: ofrece una medición fiable tanto axilar –en 60 segundos– como rectal –en 15 segundos–.
06.
MDI907, de Medek
Su formato tipo pistola lo convierte en uno de los termómetros más cómodos de utilizar cuando se sostiene al bebé en brazos. Compacto y ligero, el modelo MDI907 Medek brinda un agarre perfecto y evita que el termómetro pueda caerse al manipularlo con una sola mano.
Con un rango de medición que abarca entre los 32 y los 42,9 °C, su sensor mide la temperatura en la frente del pequeño y ofrece el resultado en una pantalla retroiluminada tricolor que permite visualizar el dato fácilmente, incluso de noche o si la habitación está a oscuras.
07.
Thermoadvanced Easy, de Miniland
Es uno de los termómetros más polivalentes del mercado. No solo mide la temperatura corporal sin contacto, por aproximación a la frente, sino también la temperatura ambiental, la de líquidos –por ejemplo, el biberón del bebé– o la de cualquier otro objeto que toque la delicada piel del pequeño.
Thermoadvanced Easy de Miniland ofrece un tiempo de respuesta de un segundo para la medición corporal, lo que lo convierte en uno de los modelos más rápidos hasta la fecha. Además, tiene una memoria de hasta nueve registros, ideal para hacer un seguimiento de la evolución del bebé en procesos febriles.
08.
ECO Vidrio analógico, de Chicco
Es una rareza analógica. Su diseño sencillo y fácilmente reconocible despierta la memoria reciente de cualquier persona nacida antes de 1990 gracias a su enorme parecido con los antiguos termómetros de mercurio. Pero Chicco ECO Vidrio es sostenible, segruo, no tóxico y 100% ecológico.
Súper fácil de usar, mide todo tipo de temperaturas: rectal, axilar y oral. Se basa en la misma tecnología que los antiguos termómetros de mercurio, pero prescindiendo de este metal potencialmente tóxico. Además, está equipado con un práctico enfriador que permite bajar la columna fácilmente después de la medición.
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