Qué son los alfahidroxiácidos y cómo iniciarte en su uso
Los cambios de temperatura, el estrés y los factores externos, como la contaminación o el sol, dañan nuestra piel haciendo que tenga un aspecto menos luminoso y deshidratado.
Para evitarlo, es imprescindible establecer una rutina de belleza completa y adaptada a cada tipo de piel. Es importante que esta rutina tenga como base una buena limpieza y, cada vez que sea necesario, una exfoliación en profundidad: este proceso tiene como fin la eliminación de las células muertas que se acumulan en la superficie y la estimulación, a su vez, de la regeneración celular. Y esto se traduce en la disminución de arrugas finas, la desaparición de manchas y en una piel más luminosa.
Para ayudarnos a conseguir una piel mucho más saludable, la cosmética ha evolucionado incorporando nuevos compuestos que nos ayudan a mantener nuestra tez más sana y uniforme.
Un buen ejemplo son los alfa hidroxiácidos. Sus beneficios son tantos y tan efectivos que las firmas cosméticas no han dejado pasar la oportunidad de incluirlos entre sus formulaciones. En este post te contamos todo lo que debes saber sobre ellos.
QUÉ SON LOS ALFA HIDROXIÁCIDOS (AHA) Y CUÁLES SON SUS PROPIEDADES
Igual que nos preguntamos en belleza, ¿cuáles son los mejores exfoliantes corporales? o ¿qué crema hidratante es mejor para nuestro tipo de piel? Muchas veces nos surge la duda de este tipo de preguntas o dudas sobre esos productos cosméticos que no conocemos bien . ¿Qué son los alfa hidroxiácidos?
Se trata de moléculas hidrosolubles (se disuelven en agua) naturales, que provienen de frutas u otros alimentos y son capaces de producir una regeneración completa de la piel, incluso cuando con el paso de los años esta pierde esa capacidad de renovación.
Existen diversos tipos pero los alfa hidroxiácidos más comunes son:
- El ácido cítrico: es un antioxiante muy potente y por ello es habitual encontrarlo en cremas antimanchas y despigmentantes. Uno de sus principales beneficios es regular el PH de los cosméticos en los que está presente logrando que no sean tan agresivos para la piel.
- El glicólico: Este ácido ayuda a eliminar las manchas, especialmente aquellas causadas por la incidencia del sol o la edad. Solemos encontrarlo en peelings químicos ya que es un excelente exfoliante, recomendado para pieles grasas y con acné.
- El ácido málico: se encuentra naturalmente en muchos alimentos ácidos y agrios. Destaca su efecto antiedad, acelerando el metabolismo cutáneo y reduciendo las arrugas y líneas de expresión en la piel. Suaviza la tez y mejora el aspecto de los poros. Además, nos ayuda a protegernos de los rayos solares.
- El ácido mandélico: tiene su origen en las almendras amargas (en alemán mandel significa almendra). Su estructura molecular es mayor que la de otros ácidos y esto hace que no penetre tanto en la piel y se absorba más lentamente haciéndolo menos agresivo e indicado para pieles sensibles. Tiene múltiples funciones: actúa como blanqueador, bactericida y antiedad.
- El ácido láctico: nos ayuda a tener una piel radiante proporcionando luminosidad y uniformidad gracias a su poder regenerador. También potencia la producción de colágeno, por eso podemos encontrarlo en leches hidratantes corporales para pieles secas o en cremas específicas para zonas como talones o codos. Precisamente sus beneficios fueron los que llevaron a Cleopatra a bañarse en leche de burra, aunque por aquel entonces no lo denominaban así.
Es importante destacar que los productos que contienen alfa hidroxiácidos no solo se utilizan para una exfoliación perfecta, estos contribuyen, además, al mejor funcionamiento de otros productos cosméticos, ya que gracias a sus propiedades de regeneración dejan la piel limpia para que otros productos penetren mejor. Y es que los AHAs producen un efecto tan inmediato que sus beneficios se perciben en muy poco tiempo.
¿CÓMO ACTÚAN LOS ALFA HIDROXIÁCIDOS (AHAs) EN LA PIEL?
Cada uno de estos ácidos tiene unas características especiales. Por ejemplo, el ácido glicólico, que proviene de la caña de azúcar, es el que menor tamaño de partícula tiene y, por lo tanto, penetra mucho más rápido en la piel. Por ello es perfecto para tratar problemas más profundos, como manchas, acné o arrugas.
Al ser el ácido glicólico un componente que puede irritar en mayor medida, el láctico es el perfecto sustituto para las personas que presentan intolerancias, y además para las que quieren centrarse en la hidratación, ya que ayuda a retener el agua.
También el málico, que se encuentra en las manzanas, se utiliza para las pieles secas y deshidratadas, y además mejora el tono de la piel sin brillo y suaviza su textura.
Por su parte, el mandélico, derivado de las almendras amargas, posee un alto poder antiinflamatorio, lo que lo hace perfecto para tratar pieles acneicas o con rosácea.
¿CÓMO HAY QUE APLICARSE LOS ALFA HIDROXIÁCIDOS (AHAs)?
A pesar de sus grandes beneficios en el terreno de la exfoliación, estos ácidos también están presentes en hidratantes, sérums y otros tipos de tratamientos cosméticos. Debido a que están formulados con un ph inferior al de nuestra piel (a menor ph más eficacia pero menos tolerancia), se recomienda probar primero en una parte de la cara para comprobar posibles reacciones adversas. Aún así, al principio puede provocar algún picor o rojez (muy común si no persiste) pero nunca debe provocar una sensación de quemazón. Una vez comprobada su tolerancia lo mejor es ir incorporándolo a nuestra rutina de una forma progresiva.
Siempre, independientemente del tratamiento que estemos empleando, debemos aplicar un protector solar. Incluso en invierno. Sin embargo, con la aplicación de los AHAs debemos tener especial cuidado, ya que su poder “desescamador”, capaz de liberar por completo las células muertas de la superficie, provoca que nuestra piel quede más desprotegida ante el sol. Un truco (no sustituye en ningún caso al empleo de protector solar) será aplicar estos ácidos durante la noche en las temporadas de máxima exposición solar como las vacaciones de verano.
Si tu piel es sensible, te recomendamos que recurras a los polihidroxiácidos entre los que se encuentran gluconolactona y el ácido lactobinoico , ya que son mucho menos irritativos.
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