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La prueba del azúcar en el embarazo, ¿por qué es tan importante?

¿En qué consiste la prueba del azúcar durante el embarazo?
Hay enfermedades o afecciones asociadas al embarazo, como la diabetes gestacional. Para descartar esta enfermedad o detectarla a tiempo es esencial realizar la prueba del azúcar, también llamada Test O'Sullivan. Esta prueba ha de realizarse en torno a la semana 24 y la semana 28 de gestación. Puede realizarse a cualquier hora del día, sin ser necesario estar en ayunas ni seguir pautas de alimentación previas.
Para realizar la prueba del azúcar la mujer embarazada debe beber un jarabe azucarado con 50 gramos de glucosa. Una hora después se le extrae sangre para establecer el nivel de glucosa en sangre. Si son mayores de 140 mg/dl, el resultado es positivo. Tras un primer resultado positivo se hace una segunda prueba –conocida como curva larga– para confirmar resultados.
Esta segunda prueba se ha de realizar en ayunas. Consiste en un análisis de sangre en ayunas para medir el nivel de glucosa en sangre. Después, la embarazada debe beber otra dosis de solución azucarada y extraer sangre cada dos horas durante las tres horas siguientes. Si uno de los resultados de esta prueba arroja valores normales sería necesario hacer otra prueba aclaratoria. Sin embargo, si dos o más resultados dan positivo, estaría confirmado: la embarazada padece diabetes gestacional.
Efectos secundarios de la prueba de la glucosa
Los efectos secundarios de la prueba del azúcar son poco comunes. Algunas mujeres pueden sentir náuseas al tomar la bebida azucarada. Si la embarazada vomita se debe repetir la prueba otro día.
Puede ocurrir también que la embarazada experimente un descenso de la glucemia hacia el final de la prueba, con sensación de flojera, debilidad o mareo similar a una bajada de tensión. Si se experimentan síntomas como mareos o sudoración hay que consultarlo con el médico.
¿Qué es la diabetes gestacional? ¿Cuáles son sus riesgos?
Tal y como afirman en la Clínica Mayo “la diabetes gestacional es un tipo de diabetes que se manifiesta durante el embarazo y que afecta a la forma en que las células utilizan el azúcar”. Esta, además, causa un alto nivel de azúcar en sangre y afecta tanto a la salud de la madre en el embarazo y tras dar a luz, como al feto durante la gestación.
La diabetes gestacional aumenta el riesgo de malformaciones o alteraciones en el crecimiento en el feto durante su gestación. También tiene un impacto en la salud del bebé a largo plazo, provocando alteraciones del genoma que además de estar presentes en la vida neonatal persisten en la vida adulta.
En la madre pueden surgir alteraciones en los años posteriores a dar a luz, incluso cinco o diez años después, como aparición de la diabetes mellitus, obesidad u otras metabolopatías. La diabetes gestacional puede aumentar también el riesgo de padecer presión arterial alta y preeclampsia, una complicación grave en el embarazo que podría poner en riesgo la vida de la madre y del bebé.
¿Por qué es tan importante la prueba del azúcar en el embarazo?
Hacerse la prueba del azúcar durante el embarazo es importante porque las mujeres embarazadas son mucho más vulnerables a desarrollar diabetes. De hecho, desde el comienzo del segundo trimestre la mujer embarazada va a ir desarrollando un aumento de la resistencia a la insulina, y de forma secundaria, una disminución de tolerancia a la glucosa.
Este cambio es debido especialmente a los elevados niveles en sangre de hormonas como la prolactina, la progesterona y el cortisol. Entre el 7 y el 14% de las mujeres desarrollarán diabetes gestacional en el embarazo, según estudios. La alteración de su sistema metabólico hace que no regulen bien el azúcar, lo que afecta a su salud y a la del feto, que será más vulnerable a sufrir ciertas enfermedades de adulto.
Todas las pruebas que se realicen a la mujer embarazada para asegurarse de si padece o no diabetes gestacional son fundamentales para prevenir, ya que el exceso de azúcar en la sangre de la madre podría atravesar la placenta provocando un grave peligro para el feto.
Como respuesta a esta subida de glucosa lo que sucede es que el páncreas del bebé comienza a fabricar insulina extra para transportar el azúcar a las células. Cuando deja de soportar el ritmo, este azúcar se queda en forma de grasa, haciendo que el feto crezca más de la cuenta, por lo que el parto vaginal será más complicado y peligroso.
Fuente:
Clínica Mayo. Diabetes gestacional: diagnóstico y tratamiento (mayoclinic.org), 2022.

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