Los mejores consejos para viajar con bebés y niños en verano

“¿Cuánto falta?” Es, tal vez, la pregunta más recurrente de la mayoría de los niños y niñas cada vez que emprenden viaje en cualquier medio de transporte. Y aunque la vista esté puesta en el destino, la experiencia comienza en el trayecto. Proporcionar un ambiente seguro, confortable y entretenido son las recomendaciones más importantes que los adultos han de tener en cuenta para que, tanto pequeños como mayores, disfruten del viaje. Toma nota.
Cómo evitar mareos
A partir de los 3 años de edad los niños suelen ser propensos a sufrir mareos cuando se desplazan en algún medio de transporte. Los mareos pueden ocasionar malestar, sensación de fatiga, molestias digestivas, visión borrosa y vómitos. Para evitar que los pequeños se mareen, la doctora María Jesús Esparza, pediatra de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria, recomienda evitar las comidas copiosas justo antes del viaje. “Se aconseja darles alimentos ligeros y de fácil digestión como fruta, pan, queso o un yogur”, dice la pediatra. En los desplazamientos en coche, otra pauta para evitar el riesgo de mareos es “situar al niño en la plaza central del asiento de atrás, siempre en su correspondiente sistema de retención infantil homologado correctamente instalado”, añade. Si afloran los primeros síntomas de mareo “conviene aconsejar al pequeño que fije la vista hacia el frente y que no lea ni mire pantallas de móviles o tabletas. Y, por supuesto, que los adultos no fumen dentro del coche ni conduzcan de forma brusca”. Y, en todos los casos (coche, tren, autobús, avión) hay que asegurarse de que el habitáculo está ventilado y con una temperatura de entre 21 y 23 grados.
Cómo mantener a los niños hidratados y frescos durante el viaje
Los pediatras recomiendan hidratar a los niños siempre con agua, ofreciéndosela con frecuencia para que beban a pequeños sorbos, sobre todo en los meses de calor. “Conviene evitar por completo cualquier tipo de bebidas azucaradas, energéticas o con gas, incluyendo los zumos industriales, por su alto contenido en azúcares”, dicen en la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria.
Así mismo, los pediatras lanzan algunas recomendaciones sobre el uso del aire acondicionado en el coche. “Debe regularse a una temperatura suave para garantizar que el niño se encuentra cómodo. En caso de que el ambiente se sienta demasiado fresco o frío y se cubra al pequeño con una manta o arrullo, estos jamás se deben colocar entre el niño y los arneses de la silla de seguridad, por el mismo motivo que en invierno se recomienda que el niño viaje en el cuco sin abrigo: para garantizar la efectividad del sistema de retención infantil en caso de colisión”, explica la Doctora María Jesús Esparza.
Paradas de descanso cuando se viaja con niños
Cuando se viaja en coche con niños y niñas hay que hacer paradas frecuentes para descansar, ventilarse, estirar las piernas, picar un tentempié o ir al baño. En la Alianza Española por la Seguridad Vial Infantil (AESVi) recomiendan “parar cada hora y media o dos horas de conducción continuada para que tanto el conductor como los pasajeros, sobre todo si son niños, puedan moverse libremente durante unos minutos”, dicen. La doctora Esparza añade que es un buen momento para dar a los más pequeños que todavía no caminan un masaje en las piernas para desentumecer sus músculos y estimular la circulación sanguínea.
Estos descansos breves favorecen que los pequeños permanezcan tranquilos en sus sillas de seguridad para continuar el viaje. “Hay que prestar especial atención a los lactantes que viajan en sistemas de retención infantil del Grupo 0+”, puntualizan en AESVi. Desde la asociación Asociación Española de Pediatría advierten de que “es necesario sacar a los bebés de los cucos del Grupo 0+ cada dos horas máximo para que puedan adoptar una postura con la columna extendida durante unos minutos”. No obstante, en AESVi puntualizan que “los portabebés de últimas generaciones (i-Size con reductor para bebés desde 40 cm. y portabebés reclinables) permiten acomodar al pequeño durante periodos de tiempo más prolongados, ya que están diseñados para ofrecer mayor confort y seguridad”.
Si se viaja en otros medios de transporte como tren o avión conviene levantarse con cierta frecuencia y caminar con el niño en los espacios permitidos para que estire las piernas y su circulación se active. En cuanto a los sistemas de sujeción y retención de seguridad en estos medios de transporte hay que seguir siempre las indicaciones de personal auxiliar, que proporcionará los arneses, cinturones o retenedores indicados de acuerdo al peso y edad del bebé y según este viaje ocupando su propio asiento o sentado en el regazo de un adulto.
Vestir al niño con ropa cómoda y llevar siempre a mano una mochila con ropa de repuesto, un neceser básico, juguetes o cuentos, bolsas para el mareo, un chupete, una mantita, agua fresca y algunos tentempiés para picar (como biscotes, fruta, un potito o frutos secos) es un consejo que nunca falla para mantener al pequeño entretenido y atendido y acortar los tiempos de reacción en caso de malestar, rabieta o hastío durante el viaje. Y tener flexibilidad para adaptar el viaje a los ritmos del pequeño y que tanto él como los adultos disfruten de su primera aventura en movimiento.

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