De la cámara al móvil: 13 cámaras con conectividad WiFi que te harán la vida más fácil.
Subir fotografías a las redes sociales como Instagram en las que puedes ver historias insta, tomadas con la cámara del móvil esta bien, pero publicar imágenes tomadas con un sensor completo y de mayor calidad es otra historia. Lo mejor para esto es tener una cámara con la opción de compartir los momentos capturados directamente con nuestro dispositivo.
Puedes ver una comparativa de cámaras reflex de lo más completa, que no te dejará indiferente. Además, también te contamos qué programa para mejorar la calidad de las fotos pixeladas.
Hace unos años era raro ver una cámara con conexión WiFi incluida. Ahora son mayoría y es fácil encontrarse con modelos muy atractivos que ofrecen este plus: poder enviar fotos a otros dispositivos sin necesidad de usar cables. Si no sabes por dónde empezar no te preocupes, nosotros tenemos 13 cámaras de fotos con WiFi para ti.
¿Qué me aporta una cámara de fotos con conexión WiFi?
Una cámara de fotos con WiFi, a diferencia de un modelo convencional, se caracteriza por ofrecer esta conexión integrada. ¿Significa esto que podemos conectarnos a internet con ella? Sí pero no. Algunas tienen esa opción pero su uso principal se centra en la posibilidad de enviar fotos a otros dispositivos sin usar cables.
Aunque podemos usarlo con el ordenador, lo normal en estos casos es que la conectividad sirva para enviar fotos o vídeos a un tablet o smartphone. De este modo, luego podemos compartirlas directamente a nuestras redes sociales o almacenarlas en nubes tipo Google Drive o Dropbox.
Todas usan WiFi, pero a su vez cada fabricante apuesta por su propia solución de software. ¿Qué significa esto? Que nos tocará descargar una aplicación específica para mover los archivos de un sitio a otro. En resumen: el principal atractivo lo encontramos en su capacidad para transferir archivos. Dicho esto, vamos a presentaros unas cuantas cámaras de fotos con WiFi que seguro os gustarán.
¿Cómo funciona la conexión entre la cámara y el móvil?
Las cámaras de fotos con WiFi pueden funcionar de dos modos. O bien como un dispositivo más que se conecta a una red ya creada (como si fuera un teléfono o un tablet por ejemplo) y a partir de ahí se pueden ir subiendo contenido a diferentes servicios: redes sociales, correo electrónico, etc.
Lo normal es encontrarnos con el segundo modo, donde la cámara actúa como si fuera un router (host) creando una conexión nueva con una contraseña que cifra el traspaso de información para que nadie más excepto nosotros pueda acceder a las fotos que se están transfiriendo en ese momento.
La seguridad que se utiliza a la hora de pasar fotos de la cámara a un teléfono móvil, es parecida a la que tenemos en el router. Una contraseña muy segura que evitará que cualquiera pueda romperla y coger nuestras imágenes. Además, como la conexión dura unos pocos minutos el proceso es todavía más seguro y difícil de saltárselo.
La transferencia es rápida y pasar unas 20 fotos nos puede llevar unos tres minutos. La cifra es orientativa pues siempre dependemos de varios factores pero, en cualquier caso, el proceso es rápido y una vez hemos hecho la configuración no volveremos a querer a tener una cámara sin conexión WiFi.
Cada marca de cámara tiene una aplicación propia pero a grandes rasgos su funcionamiento es muy parecido: establecer un sistema de conexión entre el móvil y la cámara y posteriormente elegir las fotos y vídeos que queremos transferir. En la cámara siempre encontraremos un botón físico dedicado a activar esta opción.
Cómo elegir qué cámara de fotos con conectividad WiFi comprar
Una cámara de fotos WiFi no deja de ser una cámara convencional pero con capacidad de comunicación inalámbrica para enviar imágenes a dispositivos externos. Como tal, no es una categoría propia en sí misma. Las vamos a encontrar en formato compacto, EVIL, réflex y bridge.
Como recomendación general, las compactas son las perfectas para los aficionados que quieren tener algo económico y rápido con un mayor rendimiento que el que podrá proporcionar su teléfono móvil. Son baratas, caben en el bolsillo de la chaqueta y tienen un gran número de ajustes.
Las cámaras EVIL o sin espejo de objetivos intercambiables son otra opción muy interesante. Brindan la posibilidad de utilizar distintos objetivos para realizar acercamientos increíbles o tomar panorámicas de ensueño, pero sin irnos a los tamaños y precios de las cámaras profesionales. Son la opción ideal para introducirnos a la fotografía digital “desde abajo” pero con cierto nivel, e incluso algún profesional la lleva encima como refuerzo.
Las réflex son la opción profesional. Además de tener una gran cantidad de objetivos a su alcance, suelen utilizar sensores de gran tamaño e inmensa calidad, procesadores de imagen de prestaciones punteras y soporte para las últimas tecnologías. Lo bueno es que últimamente han aparecido modelos más asequibles, por lo que no pocos aficionados saltan directamente de una compacta a una réflex. Eso sí, piensa en comprarte una bolsa o mochila, porque ocupan lo suyo.
Finalmente, las cámaras bridge son modelos semiprofesionales a medio camino entre una compacta y una réflex o incluso una EVIL de cierta calidad. Ya no caben en el bolsillo, así que la llevaremos al cuello o en una bolsa, pero sin pesar tanto como una réflex. Su principal característica es que su objetivo no es intercambiable. Vienen con ópticas muy polivalentes para capturar todo tipo de escenas sin complicaciones, por lo que nos podremos ahorrar la compra de objetivos si todavía estamos introduciéndonos en el mundillo.
Sony DSC-RX100 V
La RX100 V es un buen ejemplo de cómo tener conectividad en una cámara compacta modesta. Es la típica que siempre llevamos encima en el bolso o en la mochila para conseguir fotos con una calidad que nuestro teléfono no consigue. Abulta poco y sus especificaciones técnicas son muy atractivas.
Sensor EXMOR-RS que emplea un diseño retroiluminado para permitir una entrada de luz cuatro veces superior a la de un sensor convencional, lo que permite lograr fotografías nítidas en cualquier situación, incluso en condiciones de poca luz o de noche. Cuenta con un visor electrónico compacto de alto contraste que muestra información de la escena en tiempo real antes de realizar el disparo. Un modelo perfecto para quien quiere una cámara sin demasiadas pretensiones pero tiene algo de curiosidad por la fotografía.
Panasonic Lumix DC-S5
Las cámaras EVIL, compacta con objetivos intercambiables, cada vez son más comunes y desde hace un tiempo ya han dejado ser opciones exclusivas de gama alta. La DC-S5 proporciona todas las funciones que necesita para capturar la vida en movimiento. El sensor CMOS de 24,2 megapíxeles te permite capturar más detalles y generar imágenes más nítidas, sea cual sea el objeto de tus disparos. Se coloca como una cámaras de fotos con WiFi ideal para grabar nuestros vídeos de viajes, al combinar la estabilización de la imagen dual para lograr una corrección más precisa de la vibración que se produce por el temblor de las manos
Sony Alpha 7 M3
Una de las cámaras EVIL más interesantes de Sony. Con un sensor CMOS Exmor R de 24,2 megapíxeles, este modelo es uno de los más rápidos de su categoría y es muy atractivo si queremos una cámara algo más avanzadas y con pretensiones de hacer fotos más elaboradas.
Como en otras cámaras de Sony, gestiona muy bien el ISO y es capaz de ofrecernos un rendimiento soberbio en todo tipo de condiciones lumínicas. Es una de nuestras favoritas y a la que más provecho le podemos sacar a la larga si compramos más objetivos. Este kit, por cierto, viene con un objetivo de 28-70 mm.
Fujifilm X-T4
Fujifilm ya cuenta con una trayectoria en el mundo de las cámaras EVIL. La X-T4 es una de las mejores en su categoría y, sí, con conectividad inalámbrica para que pasar fotos al móvil, el tablet o el ordenador sea un proceso sencillo y