Cómo cuidar la piel del bebé
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La piel es el órgano más grande del cuerpo humano y el único que está constantemente en contacto directo con la atmósfera. Nos protege del calor y del frío, del aire, del sol, del roce y también de microorganismos y bacterias. Es un órgano impermeable que se repara y lubrica a sí mismo. Además cumple una función purificadora, pues es el canal a través del cual el organismo elimina residuos a través del sudor.
Por qué la piel del recién nacido es tan delicada
Al nacer, la dermis (la capa interna de la piel, que contiene el tejido que le da estructura, vasos sanguíneos, grasa y nervios) es muy fina. Las fibras de colágeno que dan soporte y elasticidad a la piel son pequeñas e inmaduras y el resto de estructuras están aún desorganizadas. Por eso la piel del bebé es tan frágil, delicada y vulnerable. Cuidarla adecuadamente desde el nacimiento y durante los primeros años de vida es esencial para que la piel cumpla todas sus funciones y para que se desarrolle de forma saludable.
La dermatitis en el bebé
La piel del recién nacido es cinco veces más delgada que la del adulto y su sistema inmune está aún inmaduro. Ello implica mayor riesgo de enfermedades cutáneas, de que el organismo pierda hidratación y de que la capa natural de grasa que lubrica y protege la piel se altere, provocando sequedad e irritaciones.
La dermatitis del pañal (causada por el contacto con humedad), la miliaria (granitos blancos en los pliegues), la dermatitis atópica (que cursa eccemas, piel seca y ampollas) y la dermatitis seborreica (piel levantada, sobre todo en el cuero cabelludo) son alteraciones cutáneas frecuentes en recién nacidos y bebés.
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Geles y jabones para el baño diario del bebé
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Hidrata con avena y glicerina
Limpiar e hidratar la piel del bebé con fórmulas emolientes que retengan la hidratación es clave para prevenir las alteraciones cutáneas. Estas son las recomendaciones para el cuidado diario:
- Utiliza un jabón de avena o de glicerina sin detergentes.
- Enriquece el agua del baño con un aceite emoliente.
- Evita los baños prolongados de más de diez minutos.
- Mantén la piel hidratada, aplicando una crema humectante.
- Protege la piel del pequeño de la radiación solar con filtros de alto espectro frente a los rayos UVA, UVB e IRA.
Aceites, cremas hidratantes y protector solar para bebés y niños
Un extra de mimos
Vestir al bebé con prendas de tejidos transpirables, evitar abrigarlo en exceso y secarlo cuidadosemente y sin frotar su piel después del baño son pequeños gestos que garantizan un extra de mimo.
- Elige prendas de tejidos naturales como el algodón.
- No utilices suavizante en el lavado de la ropa del bebé.
- Báñalo con una esponja natural o de celulosa y utiliza toallitas hipoalergénicas.
- Mantén cortas sus uñas para evitar que pueda arañarse si se rasca
- Protege al bebé de la exposición directa al sol.
- Evita las lociones y perfumes con alcohol, pues pueden resultar irritantes.
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