El desarrollo del bebé con 1 mes

El peso del bebé al nacer incluye el exceso de fluidos corporales que pierde nada más salir del útero materno, durante sus primeros días de vida. La mayoría de los bebés pierde una décima parte de su peso al nacer durante los primeros cinco días de vida, peso que recuperan gradualmente a lo largo de los cinco días siguientes. Es decir, hasta el décimo día de vida no se sabe el peso real del bebé. 

El recién nacido promedio gana en torno a unos 20 o 30 gramos al día (al final del primer mes suele pesar alrededor de 4,5 kilos) y crece unos 4,5 o 5 centímetros de longitud el primer mes. Por norma general, los niños suelen pesar y medir algo más que las niñas.

En este primer mes es importante prestar atención al crecimiento de la cabeza del bebé, que muestra el crecimiento del cerebro. Los huesos del cráneo crecen rápidamente durante los primeros cuatro meses. La circunferencia promedio de la cabeza del recién nacido mide 35 centímetros en el momento del nacimiento. Durante el primer mes crece unos tres más, hasta llegar aproximadamente a los 38 centímetros, que es lo que suele medir cuando cumple su primer mes.

El primer mes el bebé ve con claridad a una distancia de 20-25 centímetros. Comienza a reaccionar a la voz de su mamá moviendo los ojos y la cabeza: te mirará y te reconocerá. Comienza también a girar su cabeza –es el primer paso para aprender a caminar– y al final de este primer mes sedrá capaz de la levantarla un par de centímetros cuando esté tumbado boca abajo. Además, en este primer mes el pequeño cierra los puños con fuerza y agarra cualquier cosa que se ponga en su mano gracias al reflejo innato de prensión. Si se asusta, extiende sus brazos, piernas y dedos en un reflejo de protegerse.

En cuanto a sus habilidades sociales, debéis saber que el bebé nace preparado para amar y para pedir amor. Los bebés añoran la compañía y les reconforta notar la presencia de su mamá y su papá. En el primer mes el bebé reacciona de inmediato al escuchar tu voz y percibir tu olor, y se puede sentir alterado ante las voces chillonas. Si le habláis a una distancia de 20-25 centímetros hará muecas con la boca como intentando imitar vuestros gestos y expresiones. El bebé nace deseoso de comunicarse y empezará a hacer pequeños ruidos gorjeantes como señal de satisfacción. 

Para la Organización Mundial de la Salud, la leche materna es la más adecuada para el bebé ya que cubre todas sus necesidades alimenticias y, además, gracias a ella se establecen vínculos fuertes entre el bebé y la madre. La leche materna está esterilizada y a la temperatura adecuada, resulta fácil de digerir y protege al bebé frente a las infecciones. 

Hay mujeres que consiguen instaurar la lactancia sin esfuerzo, pero otras tienen muchas dificultades al principio, lo que puede desencadenar la llamada "crisis de lactancia". Si es tu caso, procura no desmoralizarte ni darte por vencida sin consultar antes con tu matrona o tu ginecólogo. Si finalmente no logras darle el pecho a tu bebé, o simplemente no quieres, el biberón va a permitir que tanto tú como tu pareja participéis por igual en la alimentación del pequeño.

Cuando se le ofrezca el biberón al bebé se le debe sujetar de manera que su rostro esté a unos 20-25 centímetros del quien vaya a alimentarlo, de forma que el recién nacido pueda establecer contacto visual con él. Si es posible se recomienda desabrocharse la prenda de arriba para que el bebé entre en contacto con la piel del adulto. Cuando se alimenta al bebé con biberón es fundamental tener en cuenta que tanto la higiene como la preparación del biberón son esenciales para evitar problemas de salud. 

Rápidamente conocerás a tu bebé e irás comprendiendo su humor y su personalidad. Por lo general, cuando un bebé está enfermo se muestra gruñón, decaído e inconsolable, se despierta en medio de la noche y demanda constantemente tus mimos y abrazos. Si está acatarrado, es posible que le cueste comer porque no podrá respirar bien por la nariz.

Para reconocer la fiebre, coloca tu mano sobre la frente del bebé: si notas que su piel está caliente, roja y húmeda, es señal de que tiene fiebre. La fiebre suele ser indicio de que tu bebé está luchando contra una infección. Para tomarle la temperatura con un termómetro digital, sujeta a tu bebé y coloca el termómetro con firmeza durante tres minutos bajo su axila (ten en cuenta que la temperatura axilar es unos 0,6ºC más baja que la temperatura real). No está aconsejado medir la temperatura de un niño en la boca hasta que tenga siete años. En el caso de que la temperatura sea muy elevada, puede que tirite, pero no debes alarmarte.

Otra de las cosas que más preocupa a madres y padres durante el primer es la caída del cordón umbilical. Puede tardar entre seis y quince días en caerse. Es importante mantenerlo siempre limpio y seco (el baño diario es más que suficiente). Hay que vigilar que no tenga mal olor, calor o enrojecimiento; en caso de percibir alguno de estos síntomas, consulta en seguida al pediatra.

Fuentes: 

Healthychildren.org. Edades y etapas del bebé. Asociación Americana de Pediatría. 2023.

Kidshealth.org. El crecimiento del bebé mes a mes. 2023.

Medlineplus.gov. Hitos del desarrollo en el recién nacido y el bebé. Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU. 2023.