Cómo elegir la mejor trona para tu bebé
Imagen cortesía de Stokke
La trona o silla alta es uno de los artículos que nunca faltan en el ajuar y en la lista de nacimiento de un bebé. Esta práctica pieza de mobiliario suele tener un uso intenso desde el momento en que el bebé es capaz de mantenerse sentado, e incluso meses antes en el caso de las tronas evolutivas que tienen también posición hamaca y se pueden utilizar desde el nacimiento.
Comer, dibujar, jugar o compartir momentos de reunión con los demás miembros de la familia son actividades para las que la trona resulta esencial. Es una importante inversión, pues gracias a su uso diario y dilatado en el tiempo la trona acompañará al pequeño o pequeña durante gran parte de su primera infancia. Por eso es importante conocer todas las cuestiones de ergonomía, seguridad y funcionalidad antes de adquirir una trona.
Cómo debe ser una trona para que sea segura
La Asociación Española de Pediatría recoge los principales detalles en los que hay que fijarse a la hora de elegir una trona:
- Debe de tener la etiqueta europea de homologación.
- Debe tener un cinturón y una correa de sujeción entre las piernas, idealmente de cinco puntos.
- Hay que descartar las tronas en las que la propia bandeja hace de cinturón.
- La estructura ha de ser estable, con base ancha y pesada para evitar que pueda volcar.
- La bandeja ha de poder fijarse sólidamente para evitar que el pequeño o pequeña puedan desmontarla.
- Si la trona es plegable debe contar con un dispositivo de bloqueo para evitar que la estructura pueda cerrarse mientras el niño está sentado.
- Conviene evitar las tronas con ruedas.
Recomendaciones para usar bien la trona
Una vez adquirida una trona que cumpla con todas las garantías de seguridad, la Asociación Española de Pediatría indica las siguientes pautas de uso:
- No se debe dejar al niño solo en la trona aunque esté bien sujeto.
- Hay que abrochar siempre el cinturón y la correa de entre las piernas.
- Hay que mantener la trona alejada de paredes, puertas y ventanas, pues el niño podría impulsarse sobre ellas y volcar, o agarrarse lastimarse.
- Hay que mantener la trona alejada de cortinas y cuerdas de persianas.
- Nunca hay que colocar la trona cerca de pequeños electrodomésticos que estén enchufados, como planchas, tostadores, ventiladores, etc…
- Hay que comprobar que la bandeja está bien fijada y que no tiene bordes afilados ni piezas pequeñas que se puedan soltar.
- Como todos los elementos de pueriultura, debe desecharse si se detectan roturas en la estructura o grietas en el almohadillado que dejen salir el relleno.
- Nunca hay que dejar que el niño se suba solo o que niños más mayores trepen o se cuelguen de la trona.
Las mejores tronas para bebés, niñas y niños
01.
Tronas evolutivas
Las tronas evolutivas se adaptan al crecimiento del usuario desde el nacimiento. En posición de hamaca elevada primero y de asiento más adelante, algunas tronas evolutivas son funcionales hasta la primera infancia, convirtiéndose por ejemplo en sillas infantiles. También las hay que ofrecen una experiencia de uso aún más dilatada, transformándose en taburetes o asientos aptos para adolescentes e incluso adultos.
© Stokke.
© Walking Mum.
02.
Tronas de viaje
Ligeras y fáciles de transportar, las tronas de viaje o asientos elevadores son un accesorio imprescindible para las familias que acostumbran a pasar tiempo fuera de casa. Muchas cuentan con prácticos bolsillos y compartimentos para guardar baberos, juguetes o los cubiertos del bebé y tenerlo siempre todo a mano. Los modelos hinchables –como un flotador– apenas ocupan espacio una vez deshinchados.
03.
Tronas plegables
Que la falta de espacio en casa no sea un escollo para tener una trona. A la vez estables y ligeras, las tronas con estructura plegable permiten un almacenamiento sencillo y facilitan el día a día del pequeño o pequeña junto a la familia de forma práctica y agradable. Basta una sencilla maniobra (a veces con una sola mano) para plegar y guardar la trona en cuestión de segundos y liberar espacio.
© Cybex.
Fuente:
Asociación Española de Pediatría.
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