Nikon D3500, análisis: una cámara réflex compacta y ligera para iniciarse en la fotografía

Hay muchos tipos de cámaras fotográficas, pero sin duda las cámaras sin espejo con ópticas intercambiables o EVIL, han ido captando la atención de los aficionados a la fotografía gracias a su reducido tamaño y su ligereza, combinadas con el uso de sensores APS-C o full frame y la posibilidad de cambiar las ópticas. El sacrificio que se hace a cambio, es cambiar el visor óptico por uno electrónico que no siempre está a la altura en cuanto a calidad y rapidez de respuesta, salvo que nos vayamos a gamas muy altas de cámaras EVIL. El visor óptico, por contra, permite componer y enfocar las fotos de un modo inmediato, sin retardos y con una calidad muy superior a la de los visores electrónicos de las cámaras EVIL más económicas.
Los fabricantes de cámaras SLR, por su parte, han ido reduciendo el tamaño y el peso de las cámaras réflex digitales para tratar de captar la atención de los usuarios que quieren una cámara que haga fotos de buena calidad, por encima de lo que se puede obtener en una cámara compacta digital, pero sin tener que ir cargando con un equipo pesado y voluminoso.
La Nikon D3500 es una de estas cámaras SLR que tratan de reducir al máximo las dimensiones y el peso, pero manteniendo el espejo, el visor óptico, un sensor de tamaño DX y un sistema de ópticas intercambiables que permita a los usuarios cambiar el objetivo dependiendo de sus intereses fotográficos. La cámara viene con un objetivo tipo “kit” habitual en estas gamas, con una distancia focal 18 – 55 mm, que se convierten en aproximadamente un 24 – 80 mm si usamos la focal equivalente de 35 mm, pero podemos usar cualquier óptica con montura F de Nikon, incluyendo objetivos fijos con un tamaño menor que los de tipo zoom.

El trabajo de miniaturización que ha hecho Nikon con la D3500 es muy bueno, aunque ya tenía experiencia con la D3400. La D3500 es incluso 6 mm más delgada y pesa 30 gramos menos que su predecesora gracias a que ha adoptado el cuerpo de la Nikon D5600. Pueden parecer diferencias pequeñas, pero se notan con la cámara en mano. Además, la empuñadura es más generosa en cuanto a agarre, lo cual hace que sea más cómodo agarrarla cuando se están haciendo fotos y la llevamos en la mano durante un periodo de tiempo prolongado.
En cuanto a la batería, ahora alcanza los 1.500 disparos, lo cual es una mejora sobre la D3400. Es una cifra excelente, todo sea dicho, especialmente si tenemos en cuenta el pequeño tamaño de la batería como tal. Las cámaras CSC tienen autonomías varios órdenes de magnitud menores por lo general.
Un detalle que hay que considerar también es el de la estabilización óptica. En este modelo, el objetivo no es VR (Vibration Reduction), por lo que tendremos que ser cuidadosos y evitar que la velocidad de obturación baje de 1/60 – 1/30 de segundo, manteniendo un pulso firme cuanto más tiempo esté el obturador abierto.
Cómo se utiliza
Botones y diales
En la D3500 se han llevado los botones a la parte derecha de la cámara. La pantalla se mantiene en 3” con 941.000 píxeles de resolución, pero llevar los botones a la parte derecha hace que se despeje bastante la parte trasera. Un usuario profesional echará de menos algunos diales y accesos directos más, como el de selección de ISO, o los botones para bloquear la exposición y el enfoque de manera independiente, pero para usuarios que no necesitan este grado de refinamiento, los botones y diales de la D3500 permiten tener un control bastante preciso de las fotos que se hagan en modos que no sean los automáticos. También hay trucos sencillos por si quieres saber cómo despixelar una foto.

Todo está bastante comprimido, pero sin que haya problemas de ergonomía. Para un usuario que venga del móvil o de una cámara compacta, los primeros días serán de adaptación posiblemente. Tanto a los botones como a los menús de configuración, que mantienen la habitual aglomeración de opciones de los menús de Nikon, aunque en esta cámara podemos acudir al comodín de la ayuda en pantalla para leer una explicación detallada de lo que estamos haciendo. No siempre saldremos de dudas, eso sí.
El botón para activar el modo de visión en directo puede confundirse con el de encendido y apagado al principio. Y hay casos en los que puede haber algo de confusión sobre cómo usar ciertas funciones. Por ejemplo, para grabar vídeo antes tenemos que activar el modo de visión en directo (Live View), cuando lo lógico sería que al pulsar el botón de grabación de vídeo se activara también este modo, pero no es así.

El botón AE-L/AF-L (bloqueo de exposición y bloqueo de foco) se puede configurar en los menús de la cámara para adecuarlo a nuestras preferencias. Particularmente es bastante útil poder usarlo para, o bien bloquear la exposición y hacer que el foco se bloquee pulsando el botón de disparo hasta la mitad, o bien bloqueando el enfoque, dejando el bloqueo de la exposición para la pulsación a la mitad del botón de disparo.
Podemos configurar bastantes parámetros directamente en la pantalla de información pulsando el botón “i” y usando el cursor y el botón “OK” para hacer las modificaciones que creamos oportunas. El dial de selección de modo de disparo, además del habitual PASM, cuenta con el modo “GUIDE” especialmente adecuado para los usuarios noveles, así como el modo Auto, varios modos como el deportivo, macro o retrato o retrato nocturno, así como el modo de “Efectos” que permite recrear diferentes estéticas sin necesidad de hacer una edición posterior.
Haciendo fotos y vídeos
Hacer fotos con la Nikon D3500, viniendo de un móvil o de una compacta, requiere de un poco de adaptación. La fotografía precisa de botones y diales si queremos dar un paso más allá en busca de las imágenes creativas y artísticas en las que captemos la luz y las escenas como nosotros queremos. Pero no hace falta agobiarse con el modo Manual. Parece que comprar una cámara SLR y poner el dial en modo M sea todo uno. O que es deshonroso usar un modo automático o semiautomático. Pero nada más lejos de la realidad.
Muchos fotógrafos usan modos semiautomáticos como el modo P, o ISO automática con cámaras de miles de euros. No pasa nada por ello. Eso sí, si solo usas el modo automático estás perdiendo la oportunidad que te brinda la cámara para personalizar los resultados usando la velocidad de obturación, la apertura de diafragma, el modo de enfoque o el modo de medición de la luz.

Con un sensor de tamaño DX y la óptica que viene en el kit podemos conseguir fotos de una calidad muy superior a la de un móvil o una cámara compacta solo por el hecho de tener un sensor de mayor tamaño y una óptica también mejor, salvo cámaras compactas de gamas muy altas en las que la óptica puede ser extremadamente luminosa y exenta de aberraciones y distorsiones. Así que no te preocupes si quieres o necesitas usar el modo automático o semiautomático hasta que te familiarices con los modos de prioridad de apertura, prioridad de exposición o el modo manual completo. Lo importante es hacer la foto.
Puedes usar el modo de visión en directo (modo Lv) o el visor óptico. Recuerda que este último tiene un control para ajustar las dioptrías, por lo que si no lo ajustas correctamente o se mueve, puedes pensar que la cámara no enfoca bien. Es un error más frecuente de lo que parece. Piensa que estamos ante una cámara que, a pesar de su precio comedido, hereda muchas de las tecnologías de sus hermanas mayores de gamas profesionales y semiprofesionales.
Como sucede en estas cámaras, es interesante ajustar algunos parámetros y funciones de botones. Por ejemplo, la calidad de imagen y vídeo, o la función de bloqueo de exposición y de foco de los botones AE-L/AF-L. Esto va por gustos: en algunos casos hay quien prefiere bloquear la exposición con ese botón y dejar el bloqueo de foco para la acción de pulsar hasta la mitad el botón de obturación.
La cámara es ligera y muy manejable. El grip ha sido mejorado frente a la generación anterior y cabe en cualquier bolso o mochila. Esto facilita que la llevemos siempre encima. La pantalla de 3′ se ve bien, y el visor óptico es una de sus grandes ventajas frente a cámaras de sistema EVIL. La cámara es rápida con hasta 5 fps de velocidad en ráfagas. Eso sí, necesitamos una tarjeta de memoria SD Card de alta velocidad para que podamos mantener la velocidad de captura.
La captura de vídeo es bastante básica, eso sí. Nos vemos limitados a Full HD a 60 fps como máximo, aunque podemos elegir que los controles manuales primen sobre la grabación de vídeo automática. El ajuste de ISO o de apertura podemos gestionarlos manualmente, así como la compensación de exposición EV. El audio puede regularse automáticamente o manualmente. La falta de estabilización penaliza a la captura de vídeo, eso sí.
Aquí tienes un ejemplo de vídeo grabado en un club nocturno para ver hasta dónde podemos llegar con la cámara.
La calidad, notable
Lo mejor de esta cámara es su sensor de 24 Mpx con tamaño DX, similar al APS-C. Es un tamaño de sensor que, en última instancia, es el que marca las diferencias de calidad en bruto frente a móviles o cámaras compactas con sensores de pequeño tamaño también. Hay que tener cuidado con la sensibilidad ISO, eso sí. Por encima de ISO 6400 empezaremos a tener niveles de ruido muy apreciables. La buena noticia es que aún así, mantendremos bastante detalle. Y si usamos formato RAW, más aún.
En vídeo, la calidad no es especialmente buena, eso sí. No es la mejor cámara para grabar vídeo. Al menos con el objetivo del kit y cuando la luz escasea. Con buena luz y un buen pulso, podremos capturar escenas con corrección. Si usamos una óptica más luminosa y estabilizada, los resultados mejorarán tanto en vídeo como en fotografía. Habrá que pagar el precio de las ópticas claro está. Con todo, tal cual viene la cámara, tendremos una máquina con la que podremos hacer fotografías más que notables en cuanto a calidad.
Aquí puedes ver a la derecha la imagen RAW y el JPEG a la izquierda con la reducción de ruido. Se conserva más detalle en el RAW, aunque tenemos más ruido. Al final, es el usuario el que decide qué elegir,

El flash es mejor que el de los móviles o las cámaras compactas. Se levanta bastante por encima del objetivo, lo que evita que aparezca el efecto de ojos rojos en gran medida. No es lo mismo que un flash externo, pero cumple con su cometido y podemos configurarlo como flash de relleno definiendo la potencia manualmente o hacer que dispare con la segunda cortinilla, entre otros ajustes además del automático TTL (Through The Lens).
Como siempre, todo depende de la luz que tengamos. Las diferencias de precio entre cámaras vienen dadas muchas veces por la capacidad de la cámara para capturar escenas con poca luz de la mejor manera como sea posible. La Nikon D3500 lo hace bastante bien, y tiene potencial para hacerlo mejor usando ópticas más luminosas. A plena luz del día las fotos salen impecables, con buen colorido y detalle. Atardeceres o amaneceres los captura con solvencia, pero escenas nocturnas, sin un trípode, se resuelven peor, al tener que aumentar la ISO por encima de ISO 3200 o ISO 6400 como ISO 12800 o ISO 25600.
Foto en condiciones de luz óptimas. El resultado es bueno, con un tratamiento de las luces y las sombras muy bueno, así como unos colores saturados pero sin exagerar.

Si nos vamos a los efectos, nos facilita la captura de imágenes “especiales” con estéticas tales como el efecto maqueta o las claves alta y baja. Realmente son efectos que podemos conseguir editando la foto a posteriori, pero si la cámara nos lo pone fácil, mejor que mejor. No es conveniente abusar de los efectos, pero en algún caso pueden ser útiles.
Hablando de edición, la cámara tiene un completo menú para recortar, convertir o procesar de diferentes maneras las imágenes desde la D3500 sin necesidad de usar un ordenador.
Foto de ejemplo en sombra. La cámara es capaz de captar todos los detalles sin problema, gracias a sus 24 Mpx en el sensor DX. La óptica se comporta bien, siempre y cuando haya una luz suficiente como para no tener que echar de menos el estabilizador, que en este modelo no está contemplado en el objetivo.

Conectividad: mejor con el móvil
En esta cámara tenemos conectividad Bluetooth que podemos aprovechar para transmitir las fotos directamente al teléfono móvil o para controlar la cámara remotamente a través de la app SnapBridge de Nikon. De este modo, podremos compartir rápidamente las fotos en redes sociales, o subirlas a la nube sin tener que esperar a tener un ordenador.
No es WiFi, sino Bluetooth, por lo que no tendremos una velocidad tan alta como con WiFi, pero es suficiente para tener una experiencia de conectividad donde no falta tampoco la posibilidad de hacer fotos remotamente.
Ópticas, tarjeta de memoria y accesorios
Al ser una cámara de ópticas intercambiables. es posible comprar objetivos adicionales si buscamos más luminosidad o distancias focales más amplias o más cortas. El objetivo 18 – 55 (24 – 80 equivalente en 35 mm) es versátil, pero se queda corto como tele y largo como objetivo para grandes angulares. Hay ópticas de diferentes fabricantes, tanto fijas como zoom, y de diferentes precios. No tengas miedo a las ópticas fijas como las de 35 mm o 50 mm con aperturas de F1.8 o F1.4 incluso. Son ligeras y perfectas para fotografía urbana donde se necesita rapidez y calidad.

La tarjeta de memoria es de tipo SD Card. Hay multitud de opciones y capacidades, aunque es recomendable que sea de al menos 32 GB y de alta velocidad. Si solo vas a disparar en jpeg, con 16 GB tendrás suficiente. Pero la parte de la velocidad es importante que la tengas en cuenta. Como recomendación general, decir que una SDXC compatible con UHS-I y de Clase 10 debería bastar, con una capacidad de al menos 16 GB y recomendable de 32 GB.
Otros accesorios interesantes son los de protección, como un filtro UV para el objetivo, así como una funda o mochila para transportar la cámara, el cargador y los posibles objetivos que vaya teniendo si encuentras que la fotografía es lo tuyo.
Otras opciones
Hay más opciones dentro de este segmento de cámaras SLR compactas, conectadas y económicas en las que contamos con un buen sensor y opciones fotográficas y videográficas bastante avanzadas. La competencia de las EVIL ha hecho que tanto Nikon como Canon “se pongan las pilas” y ofrezcan modelos de cámaras SLR competitivas tanto en precio como calidad y ergonomía. La D3500 es una propuesta honesta y bien hecha, con la D3400 algo más económica, subiendo de categoría hacia las de la familia 5000 si queremos más puntos de enfoque o pantalla articulada y táctil como mejoras.
A modo de referencia, tanto para Nikon como para Canon, las familias con más dígitos son las más baratas. Si tenemos cuatro com en la D3500, o las Canon EOS 1200D o 2000D, son las familias económicas. Con tres dígitos tenemos gamas para entusiastas y usuarios avanzados. Las de dos dígitos son semiprofesionales y las de uno son profesionales. Las de cuatro dígitos, además, están pensadas con la facilidad de uso en mente.
En cualquier caso, la Nikon D3500 es una cámara con un sensor muy bueno, encerrado en un cuerpo ligero y compacto que compite bien con las cámaras EVIL consiguiendo una buena relación calidad/precio. La facilidad de uso es alta, aunque habrá que pasar por unos días de conocimiento de los botones y diales. El control sobre los parámetros fotográficos es completo, aunque a veces haya que usar los menús en pantalla, sin que la pantalla sea táctil, usando los cursores y el botón de “OK”.
¿Donde la puedo comprar?
Puedes encontrar en El Corte Inglés, un kit muy interesante: junto con la cámara réflex Nikon D3500 con Objetivo AF-P DX 18-55 mm, incluído el estuche y un e-book de fotografía de Nikon. Con tres meses de seguro gratis.

Mi Samsung QuickDrive™ tiene una app: todo lo que una lavadora hace en remoto

¿Cómo elegir el mejor aire acondicionado para casa?

¿Armario compartido y ropa en perfecto estado? Cómo un centro de planchado nos ayudó a mantener el orden

Cómo duplicar o compartir la pantalla de tu móvil en la tele