Ligeros y con un rendimiento excepcional: así serán los dispositivos más demandados en lo que queda de año

No cabe duda de que 2020 supondrá un antes y un después para la industria informática. Por un lado, cada vez más empresas han descubierto las posibilidades del teletrabajo; por otro, la educación a distancia permitió a muchos estudiantes asistir a clases a pesar del cierre de escuelas y universidades. Este panorama ha contribuido a disparar la compra de ordenadores portátiles.
La situación es además cuantificable. Durante el segundo trimestre de 2020 se registró un aumento interanual de ventas del 27%, con 54,2 millones de dispositivos entregados según la consultora Strategy Analytics.
Así las cosas, muchos recordarán que en marzo de 2020 las tiendas de informática lucharon por satisfacer el aumento de la demanda de portátiles. Por ello, con el inicio de un nuevo curso laboral y escolar, es mejor prepararse a tiempo.
La cuestión es que hoy en día hay cientos de ordenadores diferentes en el mercado y orientarse en la oferta es complejo para los que no sean expertos. Algo en lo que podemos ayudarte.
Un certificado de excelencia para elegir el portátil adecuado

Las características que se han vuelto fundamentales son sin duda la ligereza, para ser flexibles y dispuestos a moverse, y las máximas prestaciones. Más allá del factor precio, por tanto, en la elección de un portátil se deben evaluar algunas especificaciones técnicas y ponerlas en relación a las necesidades de cada uno.
¿Pero cómo saber que un ordenador extrafino tiene una batería aceptable o la potencia necesaria para sacar el trabajo diario? Es tan fácil como buscar el distintivo Intel® EVO™ powered by Core™ en tu próximo ordenador.
Este certificado no refleja especificaciones técnicas concretas, que pueden confundir a los usuarios menos experimentados, sino que en su lugar indica directamente que se encuentran ante un portátil dotado con una gran movilidad, opciones de conectividad punteras y gran flexibilidad a nivel de prestaciones.

Uno de esos requisitos fundamentales es la autonomía. Todo portátil con la etiqueta Intel EVO debe proporcionar al menos 9 horas de funcionamiento con resolución Full HD, pero también carga rápida, permitiendo 4 horas de uso con 30 minutos de conexión.
Asimismo, los portátiles basados en Intel EVO incorporan los últimos estándares de conexión, Intel®️ Wi-Fi 6 y Thunderbolt™ 4, para garantizar la máxima velocidad de transmisión de datos ya sea en redes inalámbricas o por cable. En este caso ni siquiera es una exigencia, puesto que forman parte intrínseca de la nueva generación de procesadores Intel Core. Vienen de serie.
Autonomía y conectividad, como puedes ver, son el punto de partida a la hora de elegir un nuevo portátil en 2020.
El procesador, el alma del ordenador

Llegados a este punto, tenemos que centrarnos en el procesador, la CPU, el elemento que permite que todos los demás componentes funcionen. Podríamos decir que el procesador es como el “cerebro” del ordenador. Hay que conocer la frecuencia y el número de núcleos (cores): cuanto mayor sea el valor de estos elementos, mejor rendimiento obtendremos.
Los procesadores Intel Core de décima generación son además los primeros diseñados específicamente para la inteligencia artificial en portátiles finos y ligeros. Ofrecen el rendimiento necesario para las modernas aplicaciones de IA, de forma que los desarrolladores pueden implementar funciones como reconocimiento de voz y de imágenes para que funcionen con mayor fluidez.

Hablando precisamente de fluidez de uso, es importante señalar el multithreading, la capacidad para que cada núcleo físico realice cálculos en paralelo. Es decir, el sistema operativo considera cada núcleo como dos unidades lógicas. Esto da como resultado una mayor potencia de cálculo y un mejor rendimiento. Por ejemplo, el procesador Intel Core i5-8300H es un quad-core (cuatro núcleos), pero gracias a la tecnología multithreading, el sistema operativo reconoce 8 unidades lógicas o hilos.
Gracias a estas tecnologías y al uso de procesos de producción centrados en la eficiencia energética, los procesadores Intel Core i3, i5 e i7 se adaptan igual de bien a una oficina doméstica que a los requisitos de un estudiante universitario, gestionando incluso programas complejos sin sobrecargar el procesador ni ralentizar el sistema.
Con estos procesadores puedes encontrar algunos de los mejores portátiles para estudiantes.

Aquellos que buscan un rendimiento aún mayor en formato portátil pueden apostar por el exclusivo Intel Core i9-10980HK, diseñado para sacar el mejor rendimiento en los usuarios más exigentes, como creadores de contenido o diseñadores, y cuya potencia rivaliza la de las estaciones de trabajo de ordenadores de sobremesa.
Como puedes ver, la elección del procesador determina mucho más que la potencia del portátil. Son factores a primera vista intangibles pero que terminan determinando lo satisfechos que seguiremos con nuestro equipo años después de su compra. Y cuando hablamos de una herramienta de trabajo, no deberíamos conformarnos con cualquier cosa.
Velocidad, ligereza y capacidad: las consignas de 2020

Hoy en día, un notebook debe ser, ante todo, fácil de transportar: de casa a la oficina o a la escuela. Por eso, el diseño y los materiales utilizados juegan un papel fundamental. Un buen portátil no debe superar los 1,5 kg de peso.
Para obtener ligereza y dimensiones contenidas, hay que apostar por un disco duro de estado sólido. En 2020, de hecho, instalar Windows 10™ en un disco duro mecánico es impensable. La diferencia con un SSD es enorme. Además de ser mucho más ligero (porque cambiamos varios platos metálicos, un brazo lector y una carcasa de acero por unos pocos chips en una placa electrónica), los tiempos de arranque del sistema operativo, así como la carga de cualquier página de internet, o la ejecución e instalación de programas y juegos se reducen drásticamente.
Si las necesidades de nuestro trabajo nos llevan a almacenar grandes cantidades de datos, podemos optar por un portátil con doble ranura de expansión para instalar hasta dos unidades SSD. Si la velocidad no es imprescindible en todo momento, también los hay que combinan una SSD para impulsar el sistema operativo y un disco duro para archivos de gran tamaño.
Sea cual sea nuestra situación, es importante que nuestro equipo pueda contar con avances como la memoria Intel®️ Optane™, una innovadora tecnología que funciona como una memoria caché de altísimo rendimiento capaz de acceder rápidamente a los datos utilizados con más frecuencia. Las memorias Intel Optane utilizan IA para “entender” qué datos son más utilizados por el sistema y almacenarlos de forma permanente, por lo que la velocidad de arranque de Windows y de acceso a los archivos más comunes se multiplica.
Si nuestro portátil tiene un disco duro mecánico, la diferencia va a ser como de la noche al día.
Compatibilidad y productividad

Windows 10, de hecho, sigue siendo la mejor opción para profesionales, estudiantes, creadores de contenido y jugadores que usen el ordenador para trabajar, programar, escribir, editar vídeos o prepararse para exámenes. El sistema operativo de Microsoft®️ goza con mucha diferencia del mayor ecosistema de aplicaciones de productividad y videojuegos, pero también proporciona una gran seguridad gracias al sistema de autenticación Windows Hello, que permite utilizar alternativas a las contraseñas como alertas en el móvil, reconocimiento facial o huellas dactilares.
Además, Windows Defender ofrece una protección integral, continua y en tiempo real contra las amenazas de software, como virus, malware y spyware, a través de correo electrónico, apps, la nube e Internet
Hoy en día, además, cada vez son más los usuarios que utilizan aplicaciones y programas para trabajar en la nube, y Windows 10 es una garantía en este sentido. No solo por su extensa compatibilidad, sino porque cada cuenta de Microsoft viene con 5 GB de almacenamiento gratuito en la nube gracias a OneDrive, donde también podremos guardar automáticamente todos nuestros documentos de Microsoft 365 para evitar borrados accidentales.
Hablando de compatibilidad, también tendremos que prestar atención a los puertos presentes en el ordenador. El USB-C es el formato del futuro gracias a su sencillez de uso y potencial para alimentar dispositivos externos. Gracias a la tecnología Thunderbolt 4, además, podremos utilizarlo para conectar monitores externos y transferir archivos desde discos duros externos con la máxima velocidad.
No subestimes la pantalla

A veces no se da la importancia necesaria a la pantalla, y es un error. Básicamente, existen dos tipos de panel LCD para portátiles: IPS o TN.
Los primeros presentan colores más vibrantes, imágenes más nítidas, mayor brillo y ángulos de visión más amplios. Si combinamos estas características con una resolución Full HD (1920 x 1080 píxeles) o 4K (3840 x 2160), los portátiles con pantallas IPS serán perfectos para contenidos multimedia y para los que trabajen como diseñadores gráficos o fotógrafos.
Las pantallas de los equipos para profesionales relacionados con el diseño, además, suelen ser compatibles con lápices digitales de alta sensibilidad para retocar fotografías, realizar bocetos o tomar anotaciones.