Consejos para mantener un peso óptimo con la ayuda de una pulsera de actividad
El cuerpo es una máquina sumamente eficiente y compleja. Si sabemos“escucharlo”, podremos identificar cambios en la salud, el metabolismo o el estado de forma física. Uno de los procesos con los que más nos cuesta lidiar es el aumento de peso.
No siempre las variaciones de peso son un problema, pero “coger kilos de grasa” sí es un lastre para la báscula y para la salud. Salvo patologías, el aumento de peso no deseado se relaciona con un desequilibrio entre la energía ingerida en forma de alimentos y la consumida como resultado de nuestra actividad física y nuestro metabolismo basal.
Es aquí donde confluyen, al menos, dos circunstancias poco favorables: un déficit de actividad y un exceso calórico. Medir estos parámetros sería una de las formas más "fiables" a la hora de mantener el peso adecuado, y las pulseras de actividad aquí son aliados fundamentales. A continuación damos algunos consejos para llegar a este objetivo.
Confía en los datos
Lo datos que proporcionan las pulseras de actividad nos ayudarán a conocer de un modo más preciso aspectos tales como la energía que gastamos, las horas que dormimos, la actividad que realizamos o la intensidad de esa actividad. Además, en algunos modelos como los de Fitbit, podemos llevar cuenta de los alimentos y líquidos que consumimos.
Ten en cuenta que las pulseras de actividad no son sólo un dispositivo: la aplicación de control y la plataforma de análisis cloud son igualmente importantes.
Usa la pulsera todo el tiempo
No esperes que comprar la pulsera sea la respuesta a tus plegarias para eliminar los kilos de más. Los procesos corporales tienen sus tiempos. Pero son una gran ayuda y motivación para cambiar los hábitos que nos han llevado a salirnos de nuestro peso óptimo, quizá empezando por registrar esos primeros pasos que demos y controlar la alimentación.
Además, podremos descubrir otros parámetros asociados a la salud, como las pulsaciones en reposo, el tiempo real que dedicamos a actividades físicas, la calidad del sueño o la capacidad para afrontar esfuerzos y recuperarnos.
Hay que llevar la pulsera siempre puesta, cargándola cuando sea necesario, y consultándola con frecuencia. La utilidad de las pulseras se demuestra una vez que “conocen” a nuestro cuerpo y eso lleva tiempo.
Define planes realistas
Generalmente nos tomamos los comienzos con mucho entusiasmo, pero a la vez también tenemos que ser perseverantes en el tiempo. Eliminar kilos de más es una carrera de fondo y requiere adquirir hábitos reales. Las pulseras nos ayudarán en esta carrera de fondo a ser constantes, y conscientes de lo que sucede en nuestro organismo.
En algunos modelos, podremos definir planes detallados de entrenamiento para la pérdida de peso a través de las apps para smartphone, Mac o PC. En otras, tendremos menos opciones. Eso sí, como mínimo, tendremos datos sobre las calorías consumidas, las pulsaciones que alcanzamos en los ejercicios y el tiempo de actividad.
Habrá que quemar más calorías que las que ingerimos. No se trata de dejar de comer, sino de comer con inteligencia y llevar una vida más activa.
Compite contra ti mismo y contra los demás
Es una buena idea tomarse la actividad como una competición para ir mejorando aspectos como el tiempo que le dedicamos o la intensidad del ejercicio. En un nivel más avanzado, podemos definir objetivos asociados con el tiempo que estamos en diferentes zonas de ritmo cardiaco progresivamente más exigentes. La actividad física será tanto más efectiva para perder los kilos sobrantes como elevado sea el ritmo cardíaco dentro de las zonas “quema grasas”.
Fitbit, por ejemplo, también permite competir con otros usuarios, de modo que podemos “picarnos” para ver quién hace más pasos, está más tiempo practicando ejercicio o recorre más kilómetros.
Usa la gamificación
Además de los objetivos diarios, algunas pulseras integran en sus plataformas de análisis sistemas de gamificación en forma de insignias y premios. Fitbit es excelente en este apartado. Garmin y Huawei también usan este sistema de motivación.
Si nos “metemos” en esa dinámica,caminaremos más pasos, recorreremos más distancia o subiremos más plantas. Ya sea para sentirnos más orgullosos y capaces a medida que aumentamos nuestros objetivos, o para presumir delante de los colegas.
Saca partido al GPS
Si las pulseras tienen GPS, es posible registrar rutas sobre un mapa, así como ajustar con más precisión la longitud de la zancada para calcular distancias a partir de pasos, por ejemplo.
La batería se consumirá más rápido, pero es un efecto colateral que merece la pena asumir si buscamos más precisión en nuestras estadísticas.
Conoce tu sistema cardiorrespiratorio
Las pulseras de actividad permiten perfilar con detalle nuestro sistema cardiorrespiratorio. Por ejemplo, el VO2 Max, que indica nuestra capacidad aeróbica, se calcula a partir de los análisis de las pulsaciones durante la actividad física, la recuperación o el descanso.
El control de la saturación de oxígeno en sangre durante el sueño es otro elemento interesante para identificar anomalías respiratorias durante el descanso que señalen la potencial existencia de un problema de salud.
Con el tiempo, podremos saber, sin más que mirando nuestras pulsaciones, el VO2Max o la saturación de oxígeno, si estamos en la zona correcta de actividad para que el ejercicio contribuya a la pérdida de peso.
No te pases de tus límites
Si no eres un deportista habitual, es conveniente no exceder los límites de la actividad física. Para conseguir un peso ideal es más interesante estar una hora en una zona de 145 pulsaciones que 15 minutos en una de 170.
Por otro lado, excederse al principio puede hacer que cojamos “manía” a la actividad física. La sensación de cansancio está bien. Agotamiento, no.
Controla la alimentación
Las apps que acompañan a algunas pulseras de actividad, como las de Fitbit, herramientas para hacer seguimiento de los alimentos que ingerimos con una estimación de las calorías y un análisis nutricional. Dispone hasta de lector de código de barras para introducir alimentos rápidamente en la aplicación.
No te olvides del sueño
A medida que aumentamos la actividad diaria, el sueño cobra aún más relevancia. Dormir menos de lo necesario se asocia a la tendencia a la obesidad, sin ir más lejos.
Además, el sueño es importante de cara a conocer parámetros como las pulsaciones en reposo o las fluctuaciones de los niveles de oxígeno en sangre (si nuestra pulsera cuenta con sensor SpO2). Mejores indicativos se asocian a una vida más activa y a un mejor estado de forma/salud.
Las básculas inteligentes, el complemento perfecto
Algunos fabricantes tienen también básculas que miden el peso y la composición corporal, y añaden estos datos a los planes para la pérdida de peso u otros en los que el objetivo es más específico, como alcanzar un cierto porcentaje de grasa corporal. Algunos modelos, como la Fitbit Aria 2, son compatibles con las pulseras del mismo fabricante para sincroniza estadísticas de forma inalámbrica y automática.
Si a un plan de actividad controlado por nuestra pulsera inteligente y una buena alimentación, sumamos una báscula que lleve cuenta a su vez de la evolución de nuestra composición corporal y progresos de un modo regular, alcanzar el peso óptimo se pone al alcance de cualquiera.
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