Consigue paso a paso una espuma de café perfecta para tu desayuno diario
Los italianos son los reyes del espresso pero en el desayuno prefieren disfrutar de la cremosidad del cappuccino. El inicio del día se ve con otros ojos cuando te recibe un café perfecto preparado a tu gusto, coronado por una espesa capa de espuma suave y sabrosa. ¿Te gustaría darle un toque italiano a tu desayuno diario? Consigue una espuma de café perfecta con nuestra guía paso a paso.
Aclarando conceptos: ¿qué es exactamente la "espuma" del café?
Antes de ponernos manos a la obra conviene aclarar a qué nos referimos exactamente al hablar de la espuma de café. La schiuma, como dicen los italianos, es un conjunto de infinidad de burbujas de aire microscópicas que están adheridas entre sí. Fuera del microscopio adquieren la textura de una masa unificada esponjosa, suave, muy ligera pero con mucho volumen.
En el mundo del café nos referimos siempre a espuma de leche o una bebida equivalente vegetal. No lleva ningún ingrediente más, solo la base láctea a la cual se somete a un proceso mecánico que introduce aire dentro de la estructura de la leche. De esta forma, el líquido va adquiriendo volumen poco a poco. La espuma resultante ha aumentado mucho de volumen, logrando más o menos firmeza.
Algunas cafeterías de mala calidad o con pocos conocimientos baristas utilizan nata industrial para coronar el café, pero es un error que cambia por completo la bebida. Solo algunas recetas específicas, como el café vienés o el irlandés, requieren nata montada. La auténtica espuma del café es leche espumada, la que corona elaboraciones como el cappuccino, el café latte o el latte macchiato.
¿Cómo tiene que ser la espuma perfecta del café?
La espuma del café preparada correctamente se puede identificar mediante todos los sentidos. En primer lugar, la espuma perfecta es visualmente atractiva: blanca, homogénea, con volumen, firme y brillante, con ligeras motas en su superficie que deja el café a su paso.
Al acercar el vaso o taza a la nariz podemos percibir el aroma del café recién hecho combinado con los matices lácteos de la espuma de leche, y si atravesamos la cuchara podremos oír las diminutas burbujas romperse, casi como una esponjosa mousse. Además será lo suficientemente firme como para sostener la canela o el cacao en polvo con el que a menudo se adornan estas preparaciones.
En la desgustación, la espuma se percibe sedosa, melosa y suave. Tiene firmeza pero es muy ligera, llena el paladar con su sabor sin resultar pesada. Cuando se ha preparado bien, la espuma casi se puede masticar, tiene cuerpo pero al mismo tiempo es como un helado cremoso, que se deshace en la boca y se funde con el café.
Hay quien prefiere disfrutar de su cappuccino o café latte degustando primero la espuma y después el café, otros gustan más de mezclar todo ligeramente con una cucharilla, o también se puede beber dejando que café y espuma se mezclen de forma natural.
La mejor espuma de café se elabora con leche de buena calidad, con poca grasa, recién sacada de la nevera. Durante el proceso del espumado se va aumentando la temperatura, ya que los cafés calientes nunca se sirven con la espuma fría. Debe estar a la temperatura perfecta, ni fría ni muy caliente.
Las bebidas de café con espuma se pueden servir en taza de porcelana o vaso, siempre que tengan el el tamaño adecuado. No se suele emplear taza de espresso, salvo para preparar un espresso macchiato. La taza de cappuccino tradicional tiene la boca ancha y una capacidad de 150-200 ml, aunque actualmente cada vez se opta más por vasos transparentes de calidad para apreciar las diferentes capas de café, leche y espuma.
La proporción de cada componente determina la receta de cada café. El cappuccino tradicional, por ejemplo, se compone de una parte de café espresso, una parte de leche caliente y una gran capa de espuma, al menos 1/2 del total. El café latte, en cambio, se prepara con tres partes de leche caliente y una capa más fina de espuma. Además, cada receta se puede personalizar cambiando los valores al gusto.
Consigue paso a paso la espuma de café perfecta con una cafetera superautomática
Preparar un auténtico espresso en casa solo es posible con una cafetera superautomática, pero los modelos más avanzados del mercado te ofrecen muchas más recetas de café para elegir. Con De’Longhi PrimaDonna S Evo es muy fácil lograr esa espuma de café perfecta para tus recetas con leche gracias al sistema LatteCrema patentado, exclusivo de De’Longhi.
Para obtener una espuma extra cremosa, se recomienda utilizar leche desnatada o semidesnatada, de buena calidad, refrigerada a temperatura de la nevera. Además, para evitar que tenga poca espuma o salga con burbujas irregulares, es aconsejable limpiar cada vez la tapadera de la leche y la boquilla con agua caliente. Antes de empezar, comprueba que la cafetera tiene llenos los depósitos de café en grano o molido y de agua.
Estos son los sencillos pasos que te separan de un delicioso café con la espuma perfecta:
- Llena el recipiente para la leche con la leche adecuada que más te guste, preferiblemente desnatada o semidesnatada, sin superar la marca de nivel máximo.
- Coloca el tubo de aspiración de la leche en el alojamiento situado en la tapadera.
- Cierra el recipiente con la tapa y deja la leche enfriar en la nevera, en su caso.
- Retira el surtidor de vapor de la cafetera pulsando el botón de desenganche y coloca en su lugar el recipiente de leche, encajando la boquilla hasta que se emita una señal acústica.
- Sitúa una taza o vaso del tamaño adecuado bajo las boquillas de café y leche, ajustando si fuera necesario el tubo de leche para acercarlo a la taza, tirando suavemente.
- Puedes modificar el nivel de espuma mediante el regulador situado en la parte superior del recipiente para la leche. Se aconseja utilizar el máximo nivel para cappuccino, cappuccino+, cappuccino mix, espresso macchiato y leche caliente.
- Elige la receta de café que quieras degustar mediante el menú digital, ajustando si lo deseas la intensidad aromática o el volumen de café.
- La cafetera procederá a preparar la bebida completa automáticamente, mostrándose en el display de la pantalla el progreso mediante una barra que se va llenando poco a poco.
- PrimaDonna S Evo sirve primero la leche caliente y a continuación la espuma; seguidamente se prepara automáticamente el café que atraviesa la espuma, creando las distintas capas.
- Puedes detener la preparación en cualquier momento pulsando el botón de Stop.
- Si te ha sobrado leche, la puedes guardar en la nevera directamente dentro del recipiente.
- Después de cada uso, es recomendable limpiar el recipiente de la leche mediante la función Clean, fijando el regulador en el modo Clean y colocando un vaso o recipiente vacío debajo del tubo de salida.
Además, el sistema LatteCrema patentado permite obtener una espuma perfecta también con alternativas vegetales a la leche de vaca, una opción ideal para vegetarianos y veganos o personas con alergias o intolerancias. Puedes emplear bebida de soja, de arroz o leche de almendras para conseguir esa combinación perfecta de cremosidad, densidad, temperatura y consistencia.
De lo único que te tienes que preocupar es de tener lista tu cafetera con todos sus componentes a punto y los depósitos de café, agua y leche llenos, pues es la propia máquina la que se encarga del paso crucial: espumar la leche para obtener esa corona de espuma perfecta, densa, cremosa y sabrosa.
Con De’Longhi PrimaDonna S Evo es muy fácil disfrutar de las mejores recetas de café gourmet en casa, con solo pulsar un botón, en cualquier momento del día. No hace falta ser italiano para empezar el día con un cremoso cappuccino, ¿o prefieres mejor un latte macchiato? Con PrimaDonna S Evo puedes desayunar con un café diferente cada día de la semana, siempre a tu gusto.
Y si no quieres complicarte la vida, con las mejores cafeteras de cápsulas podrás lograr unos resultados excepcionales.

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