En un bol, ponemos la harina de fuerza. Diluimos la levadura con la mistela y parte de agua, lo mezclamos con la harina y amasamos bien. Añadimos el resto del agua junto al aceite, el agua de azahar y el anís y amasamos hasta que quede una masa bien homogénea. Añadimos la sal y seguimos amasando. Dejamos reposar la masa durante 2 horas. Pasado este tiempo, la masa habrá fermentado y estará más blanda. La separamos en 2 bolas iguales. Estiramos cada bola con un rodillo en una superficie enharinada y le damos forma rectangular. Pintamos un papel sulfurizado con aceite y lo ponemos en una bandeja de horno. Colocamos en ella los rectángulos de masa, los envolvemos en film y dejamos reposar durante 20 minutos. Retiramos el film y ponemos las bases en una bandeja de horno con papel sulfurizado. Por otro lado, cortamos las uvas por la mitad y las ponemos encima de la masa. Pintamos bien con mantequilla fundida y agregamos unos piñones y el azúcar moreno. Con la otra mitad de la masa lo tapamos, sellando bien los bordes. Ponemos las uvas enteras sobre la masa y pintamos de nuevo con mantequilla fundida. Agregamos más azúcar moreno y piñones por encima de la torta. Por último, horneamos a 200º durante 35 minutos y emplatamos al gusto.
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