Los aceites son para el verano: la textura que (tal vez) aún no sabes que te apasiona para el cuidado del cuerpo, el rostro y el cabello

Muchas personas lo reconocen: evitan sistemáticamente cualquier cosmético en textura aceite debido a la idea –tan extendida como errónea– de que los aceites corporales, faciales y para el pelo son pesados, engrasan y aportan residuo al aplicarlos en el rostro la piel o el cabello. Nada más lejos de la realidad. De hecho, el aceite evita la pérdida de hidratación de la piel y el pelo y regula la secreción de grasa en las glándulas sebáceas.
A la hora de elegir un aceite cosmético es importante fijarnos en su origen. Lo ideal son los aceites de origen vegetal, porque son muy afines a la grasa de la piel y se absorben rápidamente sin obstruir los poros. Los aceites de origen vegetal para uso cosmético suelen extraerse por presión o destilación de flores, frutos o semillas, y son los más respetuosos con la piel, mucho más que los aceites de origen mineral o sintético. Cáñamo, almendras dulces, jojoba, monoï de Tahití, rosa de moqueta, oliva, aguacate, uva, coco y babasú son algunos de los mejores aceites para uso cosmético.
Beneficios del aceite en la piel y el pelo
El pelo y la piel, para estar hidratados, sanos y bonitos, necesitan mantener un balance hidro-lipídico (entre agua y aceites). Cuando la piel no tiene la cantidad suficiente de lípidos para mantener su tasa de hidratación en equilibrio empieza a producir más sebo para compensar. “El resultado de este mecanismo de defensa automática del organismo es que la piel queda cubierta por una capa de grasa, aparecen brillos, brotan imperfecciones…”, dicen en la firma cosmética The Great Fusion. Lo mismo ocurre con el cabello: si el organismo lo siente seco, las glándulas del cuero cabelludo comienzan a producir aceites naturales para equilibrarse; cuando este sebo natural se produce en exceso se pasa al extremo opuesto, con un cuero cabelludo y un pelo excesivamente engrasados. Para frenar este círculo vicioso “se recomienda aplicar en la piel y el pelo lípidos a través de un aceite para ayudar al organismo a regular el funcionamiento de las glándulas sebáceas y aportar la dosis de hidratación que necesitan”, añaden The Great Fusion. La aplicación depende de la zona a tratar. Se recomienda aplicar dos o tres gotas de aceite en la palma de las manos –algo más para el cuerpo–, impregnar ambas palmas y depositarlo con toques de presión en el rostro, aplicarlo de medios a puntas en el pelo o con amplios movimientos ascendentes en el cuerpo.
Además de compensar la tasa natural de hidratación, los aceites pueden aportar muchos otros beneficios según su composición y propiedades. Todos los aceites de origen vegetal tienen gran poder antioxidante. Además, los aceites de abedul, ciprés y enebro son anticelulíticos y drenantes; el de cáñamo es antiinflamatorio y antiacné; el de rosa de mosqueta calma la piel irritada, con escamaciones o rojeces; el de moronga nutre el pelo y promueve su crecimiento; los de girasol y jojoba alisan y fortalecen la barrera cutánea; el de coco aporta brillo y elasticidad al pelo y controla el encrespamiento; el de uva desinfecta y mejoran el acné; el de borraja alivia la piel irritada, regenera e ilumina; el de flor de la pasión restaura las puntas abiertas y da al cabello un brillo sedoso; el de romero alivia la sensación de pesadez en las piernas; el de babasú restaura y repara la piel y el pelo agredidos por el sol, el viento o la contaminación.
Piel hidratada y luminosa: los mejores aceites faciales
Hay un aceite facial a la medida de cada tipo de piel: grasas, secas, deshidratadas... En todos los casos, el aceite proporciona un acabado luminoso, fortalece la función barrera de la piel y la hidratación. Son un perfecto aliado a partir de la menopausia, cuando la bajada de estrógenos hace que caiga el volumen de lípidos en la piel. Se aconseja aplicar el aceite después del sérum y antes de la crema.
Piel firme y elástica: los mejores aceites corporales
Tanto si se aplica en seco como en fórmulas para la ducha, el aceite corporal hidrata y nutre la piel de la manera más respetuosa con su pH natural. Además, tonifica, evita la aparición de estrías, drena y mejora el aspecto de la piel de naranja. Es un producto ideal de acabado que sublima el bronceado y aporta un precioso brillo satinado en piernas, brazos, hombros y escote.
Brillo y suavidad: los mejores aceites para el pelo
Puede aplicarse en seco e sobre el cabello húmedo de medios a puntas para mejorar el aspecto de las puntas y aportar un brillo sedoso al cabello. En melenas muy porosas o castigadas por tintes, alisados o permanentes, puede usarse a modo de mascarilla nocturna dejándolo actuar toda la noche. Al lavar el cabello a la mañana siguiente lucirá notabemente recuperado.

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