Calienta tu hogar de forma eficiente: Estufas, calefactores y más opciones

Estamos atravesando un duro invierno en lo que respecta a bajas temperaturas, una situación que se ve complicada por la crisis energética que vivimos. No es algo que vayamos a evitar en las próximas estaciones que dan comienzo y final al año, así que vamos a ponernos manos a la obra para conocer las mejores soluciones.

Las estufas son un elemento vital en cualquier hogar que no cuente con una calefacción integrada, al proporcionarnos una manera sencilla de calentar las estancias, que incluso nos van a permitir ahorrar energía en casa.

Descubre cuáles son las mejores estufas que ofrece el mercado, y qué otras opciones hay para calentar el hogar, de forma eficiente y segura. 

Si buscas calentar tu casa de forma eficiente, sin preocuparte por el mantenimiento y sin generar residuos ni olores, las chimeneas eléctricas son una excelente alternativa. Con un simple enchufe, podrás disfrutar de un ambiente acogedor y caliente en poco tiempo.

Además, su diseño y estética permiten integrarlas en cualquier tipo de decoración, desde las más modernas hasta las más clásicas. Muchas de estas chimeneas incluyen luces o efectos de llama que te ayudarán a conseguir un ambiente elegante y acogedor. 

Otro de los grandes beneficios de las chimeneas eléctricas es que no requieren de una salida de humos. Solo necesitas encontrar el modelo que mejor se adapte a tus necesidades y al estilo de tu hogar. 

Es muy posible que en esta categoría de estufas encuentres el modelo que estabas buscando. Suelen presentar un tamaño compacto y fácil de transportar, lo que posibilita moverlas con facilidad entre habitaciones. No necesitan una instalación más allá de la conexión a la corriente, tampoco un mantenimiento complejo.

Este tipo de estufas eléctricas son la opción ideal para calentar estancias pequeñas de manera segura y silenciosa, o incluso pueden servir como complemento para otro tipo de calefacción. Como comprobaremos a continuación la oferta de dispositivos es amplia y podemos encontrar cuatro tipos diferentes.

Estamos ante un tipo de calefactor reconocible por su formato delgado y vertical, que tiene como principal virtud el silencio y capacidad para mantener el calor a un coste reducido. Es posible encontrar modelos con diseños muy atractivos, con capacidad para ser programados, incluso hay convectores con ruedas.

Basa su funcionamiento en utilizar grandes resistencias por las que pasa el aire de la estancia: el aire frío entra por la parte baja del convector y vuelve caliente al ambiente. Hay modelos que cuentan con termoventiladores para que el aire circule más rápido.

Los radiadores de aceite llevan entre nosotros toda la vida, pero están más en forma que nunca, con opciones muy interesantes por capacidad y precio. Suelen contar con un regulador de temperatura con el que consiguen un funcionamiento eficiente.

Este tipo de radiadores utilizan la corriente eléctrica para calentar el aceite o sustancia almacenada en las bobinas interiores, para generar el calor en la estancia mediante convección natural. Su consumo es muy bajo y mantiene el calor con facilidad, incluso con la estufa apagada. Es ideal para usos muy prolongados en el tiempo.

Los calefactores eléctricos son la opción más popular y asequible a la que podemos acceder. Su consumo es muy bajo y están diseñados para generar calor en un espacio reducido. En la mayoría de los casos se proyecta de manera direccional, pero existen modelos que cuentan con un movimiento rotativo para repartir el calor.

Su funcionamiento es sencillo, una resistencia genera el calor eléctrico y un ventilador lo expulsa hacia la habitación. De cara a la comodidad y seguridad valoramos la existencia de modelos con conectividad wifi y control por voz.

Muy populares entre las estufas asequibles, destacan por calentar de forma rápida espacios cercanos, proyectando el calor de manera direccional. Por eso son ideales para colocar en zonas como un escritorio, pero siempre para habitaciones pequeñas.

El funcionamiento está basado en un filamento de metal enroscado en un tubo de vidrio que contiene un gas halógeno. Ambos reaccionan para elevar la temperatura y difundir el calor mediante radiación. Podemos encontrar modelos de tamaño bastante reducido, también con formatos especiales como pie o pared.

Este tipo de estufas son respetuosas con el medio ambiente al utilizar un combustible renovable como son los pellets de madera o biomasa, ofreciendo además una gran relación entre el precio y el calor que proporcionan.

El funcionamiento es similar al de una caldera de leña, por lo que es muy sencillo de utilizar, al tiempo que seguro. Es importante conocer que se hace necesaria una salida para humos.

Su alto poder calorífico permite calentar todo tipo de hogares, y son estufas que pueden cubrir espacios grandes o pequeños, dependiendo de la capacidad. Existen modelos muy cómodos de utilizar, con control electrónico y programación.

Con las estufas de bioetanol nos encontramos con una opción que además de calentar, presentan un especial mimo por su aspecto exterior, conformando piezas que nos servirán para aportar estilo a nuestro hogar, además de crear ambiente con su llama. Se trata de una alternativa ideal para espacios reducidos.

El combustible empleado produce una combustión limpia que genera calor, vapor de agua y algo de CO2, pero no produce residuos y olores. Tampoco es necesario realizar un mantenimiento complejo ni contar con una salida de humos, algo que facilita su instalación.

Las estufas de gas son una gran opción para aquellos que buscan que sus inviernos sean más agradables, ahorrando en calefacción ya que su consumo es independiente de la energía eléctrica. La realidad es que llevan con nosotros toda la vida, mostrándose seguras y con un alto poder calorífico, tanto que pueden servir para calentar habitaciones de gran tamaño.

Su funcionamiento está basado en la combustión de gas ciudad o de gas en bombona de butano, por lo que no requieren de una instalación especial e incluso cuentan con ruedas para que podamos mover la estufa por diferentes estancias. Las estufas más asequibles son de tipo radiante, pero también hay modelos catalíticos y de llama azul, que mejoran en eficiencia y generan menos emisiones.

Muy parecidas a las estufas de gas en su funcionamiento y capacidades, pero utilizando un combustible líquido como la parafina. Con ella se consigue un calor seco de manera prácticamente inmediata, a un precio bastante económico.

Con estufas de parafina se pueden calentar áreas de hasta 80 metros cuadrados y no es necesaria una instalación, tampoco salida de humos. Existen dos tipos: de mecha y electrónicas. Las primeras consumen más pero no necesitan una conexión a la red eléctrica. Las electrónicas son más potentes y eficientes.

Además de las estufas, usar calienta camas, mantas eléctricas y calienta pies, también es un buena forma de estar más abrigados y cómodos en casa sin gastar demasiado, ya que su consumo eléctrico es muy bajo. 

Los calienta camas nos sirven para dormir sin necesidad de estufas o calefacción, y las mantas eléctricas y calienta pies para los momentos que pasamos en el sofá, estudiando o teletrabajando. Se calientan en un par de minutos, suficientes para que el momento de meternos en la cama, o debajo de la manta, se convierta en un auténtico placer.

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