Descubre un menú lleno de sabores frescos y nutritivos. Esta semana destacamos los langostinos. El producto perfecto por su frescura, sabor intenso y calidad excepcional.
Aunque los langostinos se encuentran frescos o congelados durante todo el año, su mejor momento es entre finales de otoño y finales de invierno, cuando su carne es más firme y su sabor, más intenso. Originarios de diversas zonas del Atlántico y el Mediterráneo, destacan por su textura tierna y sabor delicado, lo que los convierte en ingredientes ideales para platos tan variados como paellas, ensaladas, o sencillas preparaciones a la plancha o al horno. Al comprarlos, elige aquellos de color uniforme y sin olores fuertes para garantizar su frescura. Los langostinos son también valorados por su alto contenido en proteínas y bajo aporte calórico, cualidades que los hacen un excelente aliado en dietas equilibradas.
Te proponemos un menú semanal día a día tan saludable y equilibrado como sabroso. Sigue nuestros consejos y recetas y la organización y planificación de tus comidas serán mucho más fáciles.
Rebanada de pan integral con tomate en rodajas y pavo cocido
Café o infusión
Kiwi
Tagliatelle de tomate con alcachofas y langostino
Yogur griego 0% con granola
Café o infusión
Mandarina
Filete de ternera con patatas al queso afuega'l pitu
Aceitunas negras
Bol de manzana y pera con zumo de naranja
Café o infusión
Yogur líquido
Avellanas sin piel
Sándwich de queso crema, aguacate en rodajas y rúcula
Café o infusión
Tazón de dados de mango
Bol de uvas con queso cottage
Café o infusión
Galleta digestive
Pechugas de pollo al horno con tomate cherry
Zumo de tomate
Huevo revuelto con taquitos de jamón
Café o infusión
Onza de chocolate negro
Tostada de centeno con aguacate y huevo duro
Café o infusión
Naranja
Medallones de Ternera Gallega IGP a la sartén con judías verdes y almendras
Hay dos categorías principales de cervezas que restringen su contenido en alcohol. Por un lado, la “sin” alcohol, que contiene una cantidad muy baja, entre el 0,5% y el 1%, porcentaje que aparece durante la fermentación natural de la cerveza. Por otro, la “0,0”, que no aporta nada de alcohol, eliminando cualquier rastro que pueda quedar durante el proceso final de elaboración. En los dos casos, el sabor y la textura de la cerveza original intentan respetarse al máximo posible.
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