
Cortesía de Kids El Corte Inglés
Por qué un armario cápsula infantil te hará la vida más fácil
En 1985, en plena década de maximalismo sobre las pasarelas, Donna Karan hizo el debut de su marca con una arriesgada colección, discreta y práctica, que sentaría después las bases del minimalismo de los 90. Titulada Seven Easy Pieces, esta línea prometía cubrir todas las necesidades del armario femenino con solo siete piezas, de diseño moderado y una calidad formidable, para acabar con la sensación de vacío del qué me pongo que se genera al abrir un armario lleno de opciones inconexas.
Si esta fórmula que hoy vuelve a ser tendencia fue un éxito entre las mujeres para cubrir sus looks dentro y fuera de la oficina, imagínate lo que puede conseguir en un armario más caótico aún, el de los niños. Las madres quieren que sus hijos vistan a la última, y ellos lo único que piden es sentirse cómodos durante todo el día, preparados para una sesión de parque en cualquier momento. Dos peticiones compatibles si armamos un armario cápsula, en el que cada mañana será super sencillo dar con la elección perfecta.
Aunque no hay un consenso sobre el número de prendas que deberían formar el armario cápsula —en el de adultos se habla de entre 30 y 40, incluyendo accesorios y excluyendo ropa deportiva— lo que sí está muy claro es lo que debería contener: siluetas oversize y todoterreno, una paleta de colores neutra o con estampados clásicos (cuadros Vichy, rayas o flores), un diseño atemporal y materiales premium. Al fin y al cabo queremos que esta fórmula nos dure todo el tiempo posible.
Así que olvídate de los tentadores 'por si acasos' y las piezas fugaces muy de tendencia porque todo lo que entra en un armario cápsula tendrá que ser una pieza a la que vayamos a sacar el máximo partido. Para conseguirlo, antes de empezar haz una lista con lo que quieres que tus hijos consigan con este armario para saber qué es lo que necesitan realmente.
01.
El tejido a prueba de juegos
Si existe una prenda universal, atemporal y omnipresente en nuestros armarios, con toda seguridad es un pantalón vaquero. Pero su tejido, el denim —una sarga de algodón teñida que recibe su nombre de la ciudad francesa donde se empezó a producir, Nîmes— va mucho más allá del básico cinco bolsillos y también sirve para confeccionar cazadoras, petos, faldas, tops o accesorios.
La tela vaquera formó parte del uniforme de trabajadores (Henry David Lee fue el primero en incorporarlo a la ropa de los empleados de sus fábricas) y de cowboys, así que ¿cómo no iba a ser la opción más resistente para los más pequeños? Las piezas más fuertes del armario infantil son además las más versátiles a la hora de combinar con todo: su azul, en sus infinitas tonalidades o versiones (lavado o efecto used), se mezclan con camisetas de algodón, blusas de lino, sudaderas, prendas de punto y todo lo que se te ocurra.
02.
Blusas y camisas para todo tipo de ocasiones
Las camisas y las blusas son un imprescindible del armario cápsula de primavera-verano para cubrir todo el abanico de planes, cumpleaños y ocasiones un poco más especiales. Tener a mano diseños que se desenvuelven con soltura tanto en contextos casual como arreglados es fundamental para asegurarte que los más pequeños cumplen con el dress code pertinente sin renunciar a lo que más les importa a ellos: la comodidad. Entre algunos de los diseños que te recomendamos para que actualices su armario cápsula de esta temporada están las camisas de estampados vichy —que inyectan una dosis de originalidad a sus looks—; las blusas blancas con detalles bordados que les pondrás una y otra vez; y musts de siempre como las camisas en azul claro.
03.
Todo en uno
Antes del mono llegó el peto: una prenda inventada a finales del siglo XIX por Henry David Lee, un empresario que se dedicaba a la distribución de alimentos en Estados Unidos. Lee observó lo incómoda que era la vestimenta de sus empleados, así que decidió crear una más útil. Con este hallazgo, no solo creó un uniforme utilitario, sino su propia marca de tejanos. Solo hubo que añadir mangas al peto para que este se convirtiera en mono.
En el armario infantil, simplificar es la clave, así que los petos y los monos cobran más sentido. Con o sin camisetas debajo (cuando llegue el calor), esta pieza es la solución más efectiva al “¿qué le pongo?” de los momentos en los que se echa el tiempo encima.
04.
Prendas de abrigo ligeras para completar sus looks
Aunque el clima invernal no nos haya abandonado todavía, en un par de semanas le daremos la bienvenida a la primavera y conviene ir preparándose. Esto significa echar un vistazo y valorar cómo de completa es la equipación de los pequeños de la casa para transicionar su vestuario de frío a calor. Entre los comodines de estilo más necesarios están las prendas de exterior en tejidos ligeros. Mientras se asientan las altas temperaturas, podemos conjugarlas en propuestas de capas; y en cuanto le digamos adiós a los abrigos gordos, serán sus aliados inseparables para completar sus outfits de diario. Hablamos de sobrecamisas, chaquetas guateadas estampadas o cazadoras impermeables en colores tan llamativos como el rojo intenso de la de Tommy Hilfiger.
05.
Conjuntos que lo ponen fácil
Otra opción muy parecida al mono es el conjunto de dos piezas. Tener siempre disponibles dos partes de un todo, que hacen match en tejido, color, estampado, o estilo es un ahorro de tiempo considerable. La combinación más lógica es también la más inteligente y lleva muchos años funcionando: ocurrió a principios del siglo XX cuando las mujeres empezaron a vestir twin sets de punto (cardigan + jersey) o cuando Coco Chanel creó el pijama femenino para las clases altas que veraneaban en la Costa Azul.
En niños, los conjuntos son incluso más efectivos que los monos ya que facilitan a los pequeños las visitas al baño y los padres pueden cambiar una de las piezas en caso de que se manche o en juegos en los que el vencedor resulta ser el barro.
06.
El calzado cápsula
Parece una obviedad pero a la hora de componer un armario de estas condiciones tendremos que buscar los zapatos anteponiendo la comodidad. Las zapatillas siempre son las más efectivas —de cara a la primavera-verano opta por modelos ligeros de lona para llevar sin calcetines— seguidas de las merceditas. Y si eres de las que quiere ir adelantándose a la subida de las temperaturas, busca diseños de tipo menorquina con suela track o de esparto, o modelos con plantilla ergonómica que permiten la adaptabilidad del pie incluso en carreras inesperadas.
Cuando hablamos del zapatero cápsula, lo mejor será buscar colores que combinen con todo. Huye de tendencias super marcadas o estampados demasiado dominantes que no permitan el match. A la hora de elegir un zapato pregúntate: ¿podrá llevarlo todos los días? Si la respuesta es ‘sí’, o ‘casi siempre’, ¡adelante! has encontrado el zapato perfecto.
07.
Dulces sueños
Si el armario cápsula ha llegado para facilitarnos la elección de ropa durante el día, cuando llega la noche lo necesitaremos aún más. Los niños ya están cansados, y no podemos pedirles que tengan paciencia para encontrar el conjunto perfecto. Ten siempre preparados monos y ranitas para los más pequeños, y conjuntos de camisa o top y pantalón para los mayores. Cuando más cómodos estén, antes caerán rendidos y mejor recargarán las pilas.
08.
El poder de los accesorios
Que un armario sea cápsula no significa que tenga que estar hecho a la mínima expresión. Los accesorios son bienvenidos, por supuesto. Eso sí, siguiendo las mismas condiciones: que combinen con casi todo y que se vayan a utilizar muchos días. En la temporada de primavera-verano, los sombreros y gorras son imprescindibles, no ya solo por seguir las tendencias, sino sobre todo por proteger a los más pequeños de los rayos del sol. Los lazos para el pelo, en coleteros o diademas, no tienen una función tan importante pero son super tendencia y ¡nos encantan!

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