Todo lo que debes saber si esperas un bebé y tienes una mascota

¿Tienes un perro o un gato como mascota?
Lo primero que hay que tener en cuenta es que hay que hacer presentaciones entre ambos, es decir, entre el nuevo bebé y la mascota que ya se tenía en casa. El nuevo bebé será reconocido como lo que es, como el nuevo miembro de la familia. El momento de la presentación podrá ser algo delicado porque la mascota deberá aceptar esta nueva llegada.
De hecho, habrá que asegurarse de ello para velar por la seguridad del bebé. Además, la mascota también deberá aceptar que habrá cambios en casa y que probablemente haya muchos momentos en los que no vaya a recibir la atención que antes sí tenía por parte de sus dueños porque ahora la mayor parte del tiempo se la están dedicando al bebé.
Eso sí, tener animales de compañía, sea cual sea, ayudará al bebé a fortalecer su sistema inmunológico y también a reducir las probabilidades de padecer distintas alergias.
O eso es al menos lo que dejan claro en un estudio de Pediatrics realizado en la Universidad de Kuopio (Finlandia) en el que tras analizar a 397 bebés se descubrió que los niños con compañía animal padecen un 44% menos de infecciones de oído y necesitan en un 29% de los casos menos antibióticos porque estos fortalecen el sistema inmunológico de los niños.
Además, convivir con una mascota favorece el desarrollo cognitivo, socioemocional y físico de los bebés. De hecho, y según un estudio elaborado por la Fundación Affinity, “los niños aparte de tener una atracción innata por las mascotas, también se sienten reconfortados por su compañía”.
Alrededor del 94% afirma sentirse mejor con la compañía de este. Asimismo se debe tener en cuenta también que tener una mascota va a favorecer el desarrollo psicomotor del niño cuando este nazca a través del juego y también del ejercicio, que ejercerá un papel de protección similar al de sus progenitores, que proporcionará un vínculo con la realidad para mejorar la estabilidad emocional y que se creará una relación de confianza mutua.
Recomendaciones durante el embarazo si tienes una mascota
1- Tanto la mamá como el papá, deben conocer el comportamiento de su mascota. Lo que más recomiendan los diferentes veterinarios y especialistas es que la mascota ya esté en casa cuando el bebé llegue, y si este puede ser adulto mucho mejor.
En el caso de los perros, por ejemplo, lo que sucede es que cuando son cachorros el cuidado y la atención que requieren siempre es mayor que cuando son adultos. Además, se ha afirmado también que la seguridad es mayor con un perro adulto porque es más equilibrado y maduro.
2- Habrá que desparasitar a la mascota. Hay que asegurarse de que la mascota esté al corriente de sus vacunas. Y si se trata de un perro especialmente del parvovirus, el coronavirus y la rabia.
3- Mantener la higiene. Es fundamental limpiar la casa siempre, pero con la llegada de un bebé a la familia el grado de limpieza debería incrementarse y especialmente cuando el bebé comience a gatear.
4- Acostumbrar al animal a los cambios. Los cambios podrán ser temporales o definitivos, pero es importante que el animal esté acostumbrado al cambio de algunos hábitos suyos que vayan a tener que modificarse con la llegada del nuevo miembro a casa. Para ello habrá que comprender al animal y darle un tiempo también de adaptación.
Cualquiera puede ser susceptible a los cambios por lo que la mascota también necesitará tiempo para procesarlo todo.
5- Aceptar y fomentar el reconocimiento del bebé por parte de la mascota. La mascota ha de reconocer al bebé, pero lo mejor para ello es hacerlo todo con total naturalidad.
Además, por suerte, si la mascota es un perro, no habrá que preocuparse demasiado en esto del reconocimiento pues tienen un sentido del olfato tan elevado que controlan la situación perfectamente y pueden saber dónde está el bebé sin verlo.
¿Qué es la toxoplasmosis y cómo se puede contagiar a la mujer embarazada?
Lo primero que hay que saber es que el toxoplasma gondii es un parásito protozoario, es decir, un microorganismo celular.
Cuando hay toxoplasmosis es porque se ha adquirido una infección al comer carne cruda o poco cocinada que contenía quistes de este parásito, aunque lo cierto es que también se puede adquirir al consumir vegetales contaminados, y aunque la contaminación a través del contacto con los gatos domésticos es poco frecuente es importante tener cuidado y seguir algunos consejos.
Pero ¿por qué? ¿Qué ocurre en el embarazo? La infección cursa de forma asintomática en la embarazada y a través de la placenta la infección afecta al feto, y aunque el paso transplacentario de la enfermedad es más frecuente conforme va avanzando el embarazo, el riesgo de afectación fetal grave va disminuyendo.
No hay riesgo, cuando la infección materna se produce en el periodo preconcepcional. es decir, antes del embarazo.
Y si se sospecha una posible infección materna por alteraciones en la analítica hay que intentar confirmar en primer lugar si el feto está realmente afectado o no. ¿Cómo?
A través de la amniocentesis que deberá llevarse a cabo como pronto cuatro semanas después de la infección y siempre, por supuesto, por encima de las dieciocho. Asimismo, será necesario también dar tratamiento antibiótico a la madre desde el momento en que se está sospechando de la infección.
Si no se ha pasado la toxoplasmosis, ¿qué puede hacer la mujer embarazada si tiene gato en casa? Evitar la limpieza del cajón de tierra donde el gato hace sus necesidades, no darle carne cruda para comer y evitar que salga a la calle.
El principal factor de riesgo para que el gato sea portador del parásito en sus heces es que se alimente de roedores y de carne cruda.
Fuentes:
Laboratorios dermatológicos AVÈNE. Las 100 preguntas del embarazo (2016).
Fundación Affinity.

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