Entrevista Gourmet: Inma Cuesta
Con Todos los nombres de Dios, Inma Cuesta (Valencia, 1980) vuelve al thriller de la mano de Daniel Calparsoro. Interpreta a Pilar, una comandante de la Guardia Civil en un escenario terrorista límite en el que la familia tiene mucha importancia. Casi tanta como en el día a día de la actriz (madre de dos niños), que hace una confesión: dos de las cosas que más le gustan en el mundo son “comer y cocinar”.
¿Cómo se prepara para dar vida a una mando militar? No hay tantas referencias.
Cuando afrontas algo así siempre estás asesorada. En este caso, estuvimos con una alto mando de la Guardia Civil que me explicó su papel, el protocolo, quién toma esas decisiones… Así se pudo forjar mi personaje.
Es un thriller cargado de acción, pero también hay un perfil de drama.
Forma parte de ese encanto, porque es un thriller dramático, con una gran carga emocional y mucha importancia de la familia.
Hablando de familia, Inma Cuesta tiene dos raíces. Será fiel a la paella valenciana...
Totalmente, sobre todo a la de mi tía Carmen, que es la mejor del mundo, además que es una paella hecha en leña.
Pasó la infancia en Jaén. Con el aceite, ¿barre para casa?
Por supuesto, soy una patriota del aceite y siempre tengo el de la cooperativa de mi pueblo [Arquillos, Jaén] en casa.
De comer, ¿qué caprichos se da?
Cuando voy a Valencia intento a ir uno de los restaurantes de Quique Dacosta. Soy fan.
En casa, ¿qué cocina y con qué sorprende?
Guisos, pastas… Hago un poco de todo, se me da bien, y me parece un acto artístico y de amor. Los platos, que sean bonitos, por favor.
¿Planearía un viaje gastronómico?
Soy amante de la cocina japonesa (he hecho algún curso), y me gustaría conocer la cocina de la calle. Pero iría por placer, nunca por trabajo. Si no, a México, lo tengo claro. Y me gustaría saber más de vino
