House of Edinburgh: meriendas reales con mucho acento

Los hermanos Rupert y Christopher Laing llevan el arte de las galletas en la sangre. Su tatarabuelo, Sir Alexander Grant, fue el inventor de la variante digestive en 1892. Su bisabuelo y su abuelo impulsaron emporios galleteros como McVitie & Price y United Biscuits. Y en 1989 sus padres, Anthony y Fiona, compraron una repostería en Edimburgo para convertirla en la empresa familiar que ahora dirigen ellos. Nacía así Shortbread House of Edinburgh, sinónimo de excelencia en la elaboración de las galletas shortbread, de textura quebradiza e intenso sabor a mantequilla.
“La mantequilla es la clave: el shortbread tiene un porcentaje muy alto, de ahí procede su sabor característico. Nos aseguramos de utilizar mantequilla de la mejor calidad”, explica Rupert Laing, director general adjunto de la empresa. Harina y azúcar son los otros dos ingredientes principales. Además de la receta tradicional, elaboran numerosas variantes, entre ellas las mini shortbread de chocolate negro y naranja y las de limón mediterráneo, dos tentaciones para cualquier momento del día.

La elaboración artesana se nota en el aspecto: la forma de cada galleta es ligeramente diferente cuyo estuche es un auténtico regalo. Tanto como la colección exclusiva que la diseñadora Sara Miller ha preparado con la marca, reflejando ese carácter primaveral y distintivo que la define en un estuche que merece la pena conservar.


