La reina de Instagram: la tarta de queso de la Madre de Cris

Hay una esquina en el casco antiguo de Granada en la que se forman unas colas que congregan a más gente que la entrada de la catedral. Del número 7 de la céntrica plaza de la Pescadería emana un suave aroma a dulce casero recién horneado. Ese olor da una idea de lo que se cuece dentro: La tarta de la madre de Cris.
La madre de Cris es Pilar Molina, una granadina que fue profesora de instituto durante 35 años y que, tras jubilarse hace 11, convirtió su afición por la repostería en el germen de un próspero negocio familiar. “A los amigos de mi hija Cris les encantaba la tarta de queso que hacía cuando venían a casa”, cuenta.

Tanta fama adquirió el dulce en su círculo íntimo que la animaron a comercializarla. “Montamos un pequeño obrador en el garaje y alquilamos un local cerca de la catedral para despachar las tartas. El éxito ha sido asombroso hasta hoy”. El nombre del negocio vino rodado.
La tarta original está elaborada con una mezcla de quesos frescos de vaca. Posteriormente, se sumaron al catálogo una docena de referencias, como tarta de queso manchego curado, de queso azul gallego Airas Moniz, con Baileys, con base de brownie, con coco y dulce de leche… Granada, Málaga, Sevilla y Madrid cuentan con sucursales de La tarta de la madre de Cris.

La genuina puede disfrutarse en el Club del Gourmet en El Corte Inglés, donde se vende por piezas, y en la barra de una selección de cafeterías de El Corte Inglés, donde se sirve en porciones para disfrutar al momento.
“En la pandemia todo el mundo empezó a hacer tartas de queso. En el norte había gran tradición con las de Zuberoa, La Viña y Cañadío, pero en Andalucía apenas se conocían”, recuerda Pilar.
Hoy, junto a su equipo, elabora 700 tartas al día que envían a toda España. Es una tarta “cremosa, pero no deshecha, como se ha puesto de moda en Instagram”, dice. Tiene el punto justo de consistencia que la hace suave y ligera. Perfecta para el postre, la merienda o el desayuno.


